De memoria flash en memoria flash pasa por estos días en la isla el filme Buquenque, o como el público prefiere llamarlo “la película de Osmani García”, una producción cinematográfica independiente, que según aparece en la descripción, narra "las dificultades enfrentadas por dos amigos para lograr su sueño de toda la vida".
Contrario a los que podría esperarse, la trama de ficción se centra en la vida del representante del músico, Michel Muñiz, interpretado por el reconocido actor cubano Alberto Yoel García (Habana Blues, 2005). El personaje de Osmani García lo asume el propio músico, quien por primera vez incursiona en el campo de la actuación.
La trama muestra a un par de amigos que se buscan la vida como “boteros” (taxistas) y guías turísticos improvisados. Precisamente, el título del filme tiene su origen en el nombre que dan los choferes de almendrones (autos americanos antiguos) a las personas encargadas de buscarles pasajeros.
El bajo mundo habanero sirve de trasfondo a la historia: mientras Osmani anhela ser músico, Muñiz quiere que su novia Janet (interpretada por Yisel Sayas) deje de prostituirse. Un conocido de Michel, Reinaldo (Boris Fernández) contagia a Janet con SIDA y ella al enterarse se suicida.
Osmani salva a Michel de una emboscada que podría haberle costado la vida, y luego de todo tipo de intentos por salir adelante (incluido posar como babalawos), al borde de las lágrimas Osmany le pide a su amigo que sea su “buquenque musical” o representante.
El filme, con una duración de una hora con 54 minutos, fue escrito, dirigido y editado por el propio Alberto Yoel. A lo largo de todo el filme se escucha la música de Osmany García “La Voz” con Jorge Junior DJunic y Dayami “La musa”, de Alberto Yoel, así como de los grupos Cosido a mano y Aire Limpio y los cantantes Rubén y Rodrigo, quienes interpretan a unos turistas argentinos.
En 2011, las críticas de las autoridades de Cultura a su tema de reguetón “El Chupi Chupi” pusieron a Osmany García en el centro de la polémica sobre la calidad del género en la isla. El músico se defendió de la censura impuesta a su trabajo artístico en una carta abierta al entonces Ministro de Cultura, Abel Prieto.
Buquenque es otra muestra del auge que parece estar tomando el cine independiente en los últimos tiempos en Cuba. Las opiniones tanto de la crítica como de los espectadores están divididas. Unos califican el producto audiovisual como mediocre con actuaciones carentes organicidad, y otros, probablemente fans del reguetonero, están encantados.
Un clic en este enlace le llevará al filme Buquenque en Youtube.
Contrario a los que podría esperarse, la trama de ficción se centra en la vida del representante del músico, Michel Muñiz, interpretado por el reconocido actor cubano Alberto Yoel García (Habana Blues, 2005). El personaje de Osmani García lo asume el propio músico, quien por primera vez incursiona en el campo de la actuación.
La trama muestra a un par de amigos que se buscan la vida como “boteros” (taxistas) y guías turísticos improvisados. Precisamente, el título del filme tiene su origen en el nombre que dan los choferes de almendrones (autos americanos antiguos) a las personas encargadas de buscarles pasajeros.
El bajo mundo habanero sirve de trasfondo a la historia: mientras Osmani anhela ser músico, Muñiz quiere que su novia Janet (interpretada por Yisel Sayas) deje de prostituirse. Un conocido de Michel, Reinaldo (Boris Fernández) contagia a Janet con SIDA y ella al enterarse se suicida.
Osmani salva a Michel de una emboscada que podría haberle costado la vida, y luego de todo tipo de intentos por salir adelante (incluido posar como babalawos), al borde de las lágrimas Osmany le pide a su amigo que sea su “buquenque musical” o representante.
El filme, con una duración de una hora con 54 minutos, fue escrito, dirigido y editado por el propio Alberto Yoel. A lo largo de todo el filme se escucha la música de Osmany García “La Voz” con Jorge Junior DJunic y Dayami “La musa”, de Alberto Yoel, así como de los grupos Cosido a mano y Aire Limpio y los cantantes Rubén y Rodrigo, quienes interpretan a unos turistas argentinos.
En 2011, las críticas de las autoridades de Cultura a su tema de reguetón “El Chupi Chupi” pusieron a Osmany García en el centro de la polémica sobre la calidad del género en la isla. El músico se defendió de la censura impuesta a su trabajo artístico en una carta abierta al entonces Ministro de Cultura, Abel Prieto.
Buquenque es otra muestra del auge que parece estar tomando el cine independiente en los últimos tiempos en Cuba. Las opiniones tanto de la crítica como de los espectadores están divididas. Unos califican el producto audiovisual como mediocre con actuaciones carentes organicidad, y otros, probablemente fans del reguetonero, están encantados.
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