El reconocido editor y librero cubano, Juan Manuel Salvat Roque, creador de Ediciones Universal, falleció este martes en Miami, ciudad en la que dejó un considerable aporte en la preservación y el fomento de la literatura cubana.
Desde su juventud se destacó como un activo militante anticastrista y anticomunista y se consolidó luego como una importante figura de la comunidad de exiliados cubanos en los Estados Unidos.
Con su editorial Ediciones Universal, Salvat dio luz a la obra de numerosos autores desde inicios de la década de 1960 y su librería en la Calle Ocho de Miami conectó a varias generaciones de cubanos exiliados con la creación literaria de sus compatriotas.
Las ediciones comenzaron en 1969 como un negocio familiar, que en realidad se había creado en 1965 comercializando libros por catálogo y por correo desde la Distribuidora Universal.
“Poco tiempo después, abrimos nuestro primer local, la Librería Universal, en la Calle Ocho y la avenida 24. Difícil comienzo, pues se vendía muy poco y a fin de mes tenía que llamar al dueño del edificio para que nos diera unos días para el pago”, dijo Salvat en una ocasión.
Salvat, nacido en Sagua la Grande, en 1940, fue parte de una protesta de estudiantes de la Universidad de La Habana contra la presencia en Cuba de Anastas Mikoyan (1895- 1978), vice primer ministro de la extinta Unión Soviética.
En ese entonces el joven era un reconocido dirigente estudiantil de la Universidad de La Habana, de donde fue expulsado en 1960. Ese mismo año escapó de la isla tras pedir asilo en la Embajada de Brasil en Cuba.
Una vez en Miami, fundó el Directorio Revolucionario Estudiantil (DRE), desde donde organizaron en 1960 una expedición secreta a Cuba.
Tras su retorno clandestino a la isla fue apresado y logró escapar por la Base Navel de Guantánamo, para volver definitivamente a los Estados Unidos donde continuó su activismo contra el régimen castrista.
"Era un gran cubano, un gran patriota, un luchador por la libertad de Cuba hasta sus últimos días, su último respiro. Era la memoria en papel y sigue siéndolo para el recuerdo y para la eternidad de los cubanos del exilio. Era la memoria el papel de la historia de Cuba. Escritor, editor, librero, historiador, un hombre de una gran entereza cultural, humana, política, cabal", declaró a Martí Noticias la escritora cubana Zoé Valdés.
El reconocido escritor Orlando González Esteva señaló en una ocasión que "la vocación cubana de la Librería Universal iba de la mano de la jovialidad de su dueño".
"Manolo Salvat se deslizaba entre su clientela como el mejor anfitrión por la sala de su casa un día de fiesta, repartiendo apretones de manos, abrazos y palmadas en los hombros; interesándose por el bienestar y la familia de cada visitante; al tanto y simultáneamente al margen de las conversaciones acaloradas o misteriosas que se entablaban junto a las mesas atestadas de publicaciones recientes, donde tan pronto se hacían corrillos de aficionados a la tribuna como al clandestinaje, mientras Marta, su esposa, repartía café, y Martica, su hija, iba y venía de la oficina al establecimiento y del establecimiento a la oficina absorta en cuestiones administrativas, pero tan afable como sus progenitores. No era una familia de libreros sino de amigos que ofrecía al cubano disconforme con su condición de extranjero un ámbito donde repatriarse", cuenta el autor en Un agujero negro en la Calle Ocho.
Daniel Pedreira, presidente del PEN de Escritores Cubanos en el Exilio, dijo a Martí Noticias que sin el trabajo de Juan Manuel Salvat como editor y creador de Ediciones Universal no existiría la riqueza literaria que hay hoy en el exilio.
“Salvat simboliza lo más importante de la cultura cubana del exilio. Es un ícono de la labor que han desarrollado los cubanos por más de seis décadas, más allá de las fronteras de la isla, en cualquier lugar del mundo que haya un cubano creador ha tenido y ha contado con el respaldo de Juan Manuel Salvat”, dijo a Martí Noticias el escritor Pedro Corzo.
El también presidente del Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo recordó que Salvat fue "hasta los últimos días de su vida", un luchador incansable por la democracia y la libertad de Cuba.
"Cultivó y ayudó a cultivar la cultura cubana como ninguna otra persona del exilio", sentenció Corzo.
El escritor cubano Jacobo Machover escribió en sus redes sociales que "con Manolo se pierde nuestro gran testigo conservador de la memoria de la libertad de Cuba".
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