Ninguno de los jugadores cubanos que viven en el exterior está seguro de por qué han sido llamados precisamente ahora para jugar en la selección nacional de fútbol, asegura el New York Times.
El periódico dedica un extenso reportaje a buscar las razones tras la inédita decisión de las autoridades cubanas de permitir a estos jugadores participar campaña para clasificar para la Copa del Mundo 2022 que se inicia esta semana en Guatemala.
El periodista Jon Arnold indica que el anuncio del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) no beneficia a todos los jugadores cubanos radicados en el extranjero.
Los funcionarios cubanos han permitido la participación sólo a quienes salieron de la isla con sus padres cuando eran niños, o recibieron el permiso del gobierno para ir al extranjero, y han dejado fuera a los abandonaron los equipos nacionales durante torneos en el extranjero o "desertaron", en otros lugares.
"Cuba no ha ofrecido ninguna explicación oficial sobre su repentina apertura a los jugadores de fuera del sistema deportivo nacional, o si el éxito de estos pasos iniciales podría marcar el comienzo de la apertura a una perspectiva que hasta la fecha ha sido impensable: reforzar los equipos deportivos cubanos con los desertores que representan la élite de la diáspora deportiva cubana, no solo jugadores de fútbol como Osvaldo Alonso y Maikel Chang, sino potencialmente estrellas del béisbol como José Abreu y Yuli Gurriel", indica el periódico.
Cuba ocupa el puesto 180 de la clasificación de FIFA, justo detrás del Chad y Puerto Rico, y justo por arriba de Liechtenstein y Macao.