Con un juicio pendiente por acusaciones de “desorden público reiterado y desacato" salió de la prisión del Combinado del Este el miércoles el activista Leudys Reyes Cuza, del Frente de Acción Cívica Orlando Zapata Tamayo.
"Después de siete meses de encierro y represión, se me acercaron y me informaron que iba para la calle con el cambio de medida cautelar, pendiente a juicio, y que debía pagar una fianza de 500 pesos", le dijo el sábado Reyes Cuza a la periodista de Radio Televisión Martí Idolidia Darias .
Explicó que su arresto en diciembre pasado se produjo mientras trabajaba como cuentapropista en un área conocida por "La Cuevita", en San Miguel del Padrón.
"En esos días nosotros [los activistas de su grupo opositor] habíamos realizado varias protestas por nuestros derechos, y se presentó un operativo muy grande de la Seguridad del Estado donde yo trabajaba; me arrestaron y me acusaron de desórdenes públicos reiterados", declaró.
Reyes Cuza fue trasladado a la cárcel conocida como Vivac, en Arroyo Naranjo. Unos días después le informaron que estaría en prisión preventiva hasta el juicio, pero en la cárcel de Valle Grande.
"Allí hice varias protestas, denuncié las violaciones de derechos humanos que se cometían y por esa razón me llevaron a celdas de castigo", detalló.
En enero de este año fue trasladado, esta vez al Combinado del Este, en La Habana. "Me confinaron en el área número tres, donde sitúan a los presos pendientes a juicio", precisó.
El activista calificó el lugar de "horrible". Dijo que "es pésima la higiene, y escasean el agua y los artículos de aseo personal". Con relación a la atención médica señaló que casi no existe, y también faltan los medicamentos.
Reyes Cuza integra el listado de más de 130 presos políticos cubanos por los que organizaciones defensoras de los derechos humanos han abogado para que sean puestos en libertad, en medio de la crisis que afecta el país por el avance de la pandemia.
Se convierte así en uno de los primeros activistas de ese grupo liberados, luego de la prohibición de visitas familiares a los presos, como medida para evitar el contagio en las prisiones.
Acerca de la forma en que se ha procedido en el Combinado del Este con los presos durante estos meses dijo que no se dispone de suficiente hipoclorito para la limpieza.
Agregó que hay hacinamiento de la población penal, que impide el distanciamiento social, y añadió que los guardias encargados de la custodia de los reos pueden ir a sus casas diariamente, lo que aumenta el riesgo del contagio de la población penal.