En otro intento de presionar al periodista independiente Yoe Suárez para que abandone su trabajo, la Seguridad del Estado amenazó este lunes a su esposa, María Antonieta Colunga, durante una supuesta "entrevista" en la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería de Nuevo Vedado, en La Habana.
La joven, que trabaja con la organización humanitaria Cáritas, acudió al interrogatorio "por obligación, no por su voluntad", y se negó a responder preguntas sobre el trabajo de Suárez.
“A pesar de las premuras y las incoherencias entre la citación verbal y la escrita, decidí acudir al lugar porque soy una buena ciudadana, aunque no viva bajo un buen gobierno”, detalló en su cuenta de Facebook.
Entonces los oficiales indagaron sobre su vida y dejaron caer solapadas amenazas contra su familia y su empleo en Cáritas, un método recurrente de intimidación de la policía política.
Me preguntaron si no creía que la labor que de mi esposo como periodista independiente podría afectar mi empleo o la institución que me contrata. Esta pregunta-idea emergió un par de veces más en el interrogatorio, como una mosquita impertinente", escribió Colunga.
La esposa de Suárez relata que los agentes se interesaron por cuestiones personales delicadas, como el estado de salud de su madre, o por qué decidió mudarse de Camagüey a la capital, si tenía allí otros familiares, etcétera.
Colunga se negó a responder y recordó a los oficiales que aquello "no era una conversación amistosa (...), y que en situaciones como la que me encontraba, no me sentaba bien que me preguntaran por mis familiares".
Según la joven, sus interrogadores insistieron en que, como esposa, ella podría “ayudar” e "influir" sobre su esposo, "aconsejarlo para reevaluar su ejercicio profesional y no seguir por ese camino".
Su respuesta fue tajante: "Les dejé perfectamente claro que admiro mucho a Yoe como profesional y que de ninguna manera interferiría en su trabajo, a no ser para apoyarlo".
Aunque Colunga teme que esta situación se repita, en medio de los peligros sanitarios que implica, dijo estar lista para enfrentarla si vuelve a suceder.
"Si esto es el precio de ser la esposa de mi esposo, y de que él siga ejerciendo su profesión acorde a sus principios, supongo que nos seguiremos viendo las caras en oficinitas climatizadas por ahí", concluyó.
Suárez colabora con el portal digital Diario de Cuba y administra la editorial independiente Boca de Lobo. En declaraciones este martes a Radio Martí dijo que para su familia está siendo difícil tener que lidiar con este tipo de situaciones.
El 26 de enero pasado, el periodista y escritor recibió una citación oficial para comparecer en la Estación policial de Siboney, en La Habana, donde fue objeto de serias amenazas.
El oficial de la Seguridad del Estado encargado de interrogarle le dijo que por su labor periodística la policía lo seguiría de cerca y que, bajo el Código Penal cubano, podría enfrentar una sanción de privación de libertad de entre 10 y 20 años, y "hasta la pena capital", denunció días después Solidaridad Cristiana Mundial (CSW).
"CSW se encuentra muy preocupada por la situación de Yoe Suárez, quien se ha dedicado a reflejar la realidad en que se encuentran los cubanos, incluyendo los que han sido sujetos a violaciones por ejercer su derecho a la libertad de culto y de religión”, dijo la organización.