Líderes políticos de Estados Unidos expresaron este fin de semana sus condolencias por la muerte del legislador y luchador por los derechos humanos, John Lewis.
El presidente Donald Trump dijo que él y su familia sentían gran tristeza por la muerte de Lewis. Los expresidentes Bill Clinton, Jimmy Carter, Barack Obama y George W. Bush también recordaron la vida y obra de Lewis.
Los senadores cubano americanos Bob Menéndez y Marco Rubio elogiaron su activismo dentro y fuera del Congreso.
John Lewis, fallecido el viernes pasado de cancer, fue un histórico dirigente afroamericano y congresista demócrata por Georgia durante 33 años.
Tercero de diez hermanos en una familia de aparceros
afroamericanos, creció en la granja en la que trabajaban sus padres en la época de la segregación racial en Estados Unidos y acudió a un colegio solo para negros.
A los 20 años se unió al movimiento de los derechos civiles inspirado por el reverendo Martin Luther King y estuvo entre los primeros "freedom riders", activistas que se subían a los autobuses de línea segregados y se sentaban en los asientos de los blancos.
Destacó como líder de los derechos civiles en la década de 1960, etapa en la que fue detenido unas 40 veces.
Amigo cercano de Martin Luther King, fue uno de los impulsores de la Marcha en Washington por el trabajo y la libertad de 1963, en la que fue uno de los oradores, precediendo su intervención al histórico discurso "I have a dream" de Luther King.
También fue uno de los dirigentes de las llamadas marchas de Selma a Montgomery, en 1965, que reclamaban el ejercicio del derecho a voto de los afroamericanos.
Durante el conocido como Domingo Sangriento en Selma, la Policía Estatal de Alabama le apaleó y le fracturó el cráneo, una paliza que fue televisada y que provocó en EE.UU. un impulso contra la segregación racial.
En los años 80 fue concejal en Atlanta, y en 1987 llegó al Congreso en representación de Georgia, un puesto que ocupó hasta su muerte y en el que fue muy reconocido.
Apodado "la conciencia del Congreso", Lewis fue una figura fundamental del Partido Demócrata y de la política norteamericana.
En 2011 el presidente Barack Obama le otorgó la Medalla de la Libertad.