Una veintena de partidarios del gobierno de Cuba trataron de malograr el domingo la participación de la bloguera cubana Yoani Sánchez en el Festival de Periodismo de Perugia, en Italia, en una suerte de “acto de repudio” como los que organiza la maquinaria gubernamental castrista contra los opositores en la isla.
La turba irrumpió en la sala donde se hallaba Sánchez vociferando “Cuba sí, yanquis no” y al igual que han hecho seguidores del régimen de La Habana en otros países en los que la bloguera ya estuvo, como en México y Brasil, tiraron dólares falsos al aire para acusarla de ser una agente de EE.UU., de lo que suele tildarla el gobierno de la isla.
Un indicio de que los manifestantes habrían actuado bajo instrucción de las autoridades cubanas es que además de insultarla también pidieron la libertad de los cinco espías castristas que cumplen condenas en EE.UU., una demanda que preside todos los actos y campañas oficiales del gobierno de Raúl Castro.
Refiriéndose al incidente, Sánchez subrayó en su cuenta de Twitter que "un totalitarismo crispado no conoce de ecuanimidad, un sistema que no dialoga es muy frágil en el terreno del argumento", y agregó que al menos fuera de Cuba si la insultan ella tiene derecho al micrófono, pero los “denigrados y reprimidos en Cuba”, no.
Al reseñar el incidente, el periódico británico Internatinal Business Times puso de relieve la “serenidad” con la que encaró la protesta Sánchez, quien dijo que su voz sonaba más alto en medio de los insultos. Sueño con que un día cada figura pública en Cuba sea objeto de escrutinio y sometida a la crítica, añadió.
Luego de apuntar que el gobierno de Raúl Castro tiene el pecado original de que “no lo elegimos”, la bloguera señaló que a su generación nunca se le preguntó qué querían hacer de Cuba. “Mi generación nunca pudo escoger al presidente que gobierna el país”, precisó.
El diario también destacó que Sánchez, iniciadora del blog Generación Y en 2007—traducido a 20 idiomas-- se ha convertido “internacionalmente en la voz más opositora del régimen de Castro”, su página en Internet es visitada por millones de personas todos los meses y tiene en Twitter cientos de miles de seguidores.
La turba irrumpió en la sala donde se hallaba Sánchez vociferando “Cuba sí, yanquis no” y al igual que han hecho seguidores del régimen de La Habana en otros países en los que la bloguera ya estuvo, como en México y Brasil, tiraron dólares falsos al aire para acusarla de ser una agente de EE.UU., de lo que suele tildarla el gobierno de la isla.
Un indicio de que los manifestantes habrían actuado bajo instrucción de las autoridades cubanas es que además de insultarla también pidieron la libertad de los cinco espías castristas que cumplen condenas en EE.UU., una demanda que preside todos los actos y campañas oficiales del gobierno de Raúl Castro.
Refiriéndose al incidente, Sánchez subrayó en su cuenta de Twitter que "un totalitarismo crispado no conoce de ecuanimidad, un sistema que no dialoga es muy frágil en el terreno del argumento", y agregó que al menos fuera de Cuba si la insultan ella tiene derecho al micrófono, pero los “denigrados y reprimidos en Cuba”, no.
Al reseñar el incidente, el periódico británico Internatinal Business Times puso de relieve la “serenidad” con la que encaró la protesta Sánchez, quien dijo que su voz sonaba más alto en medio de los insultos. Sueño con que un día cada figura pública en Cuba sea objeto de escrutinio y sometida a la crítica, añadió.
Luego de apuntar que el gobierno de Raúl Castro tiene el pecado original de que “no lo elegimos”, la bloguera señaló que a su generación nunca se le preguntó qué querían hacer de Cuba. “Mi generación nunca pudo escoger al presidente que gobierna el país”, precisó.
El diario también destacó que Sánchez, iniciadora del blog Generación Y en 2007—traducido a 20 idiomas-- se ha convertido “internacionalmente en la voz más opositora del régimen de Castro”, su página en Internet es visitada por millones de personas todos los meses y tiene en Twitter cientos de miles de seguidores.