El uso de internet ha transformado los hábitos de compra de los consumidores, aparentemente sin marcha atrás, con un teléfono móvil vendido cada 5 segundos a través de la red, un par de zapatos cada 7 y un vestido de mujer cada 8 segundos.
Todo se compra y todo se vende a través de internet en plataformas como eBay, el gran bazar mundial en el que cada 17 segundos se venden unos "jeans" para mujer, cada 23 una corbata y cada 33 segundos unas gafas de sol para caballero.
Son datos estadísticos divulgados por la Unión Postal Universal (UPU), organismo intergubernamental con sede en Berna, que revelan también la pujanza de este mercado en el sector de la electrónica: un móvil vendido cada 5 segundos, unos auriculares cada 16, un MP3 cada 22 y un navegador GPS cada minuto.
Estados Unidos es el país donde la demanda es más fuerte, y se estima que las compras electrónicas podrían alcanzar este año un valor de 900.000 millones de dólares, con nada que indique que las ansias de comprar en línea vayan a disminuir, según el proveedor de servicios financieros JP Morgan.
Pero si bien las transacciones son "virtuales", las mercancías compradas tienen un volumen y un peso y deben ser entregadas al comprador, y es en esta fase esencial que entran en escena los servicios postales, que son los que deben garantizar la parte física de la operación.
Según los datos que recoge la UPU, el paquete pequeño (peso inferior a 2 kilos) es el producto que más eligen los vendedores en línea cuando envían sus pedidos de poco peso. Ese tipo de paquetes, que la organización define como "envíos de correspondencia", alcanzaron una cifra estimada de 800 millones de objetos internacionales -es decir que pasaron de un país a otro- el año pasado.
El presidente del Grupo de Desarrollo de Productos y Marketing del UPU y director de relaciones internacionales de Canada Post, Dave Eagles, señaló que "el crecimiento de volúmenes de pequeños paquetes es increíble y no muestra síntomas de disminuir".
Reveló que la red de la UPU muestra una verdadera "explosión" de paquetes procedentes de la región de Asia-Pacífico y que las cifras confirman "lo que todos sospechamos en el negocio postal: las cartas decrecen, pero los paquetes experimentan un gran auge".
Todo se compra y todo se vende a través de internet en plataformas como eBay, el gran bazar mundial en el que cada 17 segundos se venden unos "jeans" para mujer, cada 23 una corbata y cada 33 segundos unas gafas de sol para caballero.
Son datos estadísticos divulgados por la Unión Postal Universal (UPU), organismo intergubernamental con sede en Berna, que revelan también la pujanza de este mercado en el sector de la electrónica: un móvil vendido cada 5 segundos, unos auriculares cada 16, un MP3 cada 22 y un navegador GPS cada minuto.
Estados Unidos es el país donde la demanda es más fuerte, y se estima que las compras electrónicas podrían alcanzar este año un valor de 900.000 millones de dólares, con nada que indique que las ansias de comprar en línea vayan a disminuir, según el proveedor de servicios financieros JP Morgan.
Pero si bien las transacciones son "virtuales", las mercancías compradas tienen un volumen y un peso y deben ser entregadas al comprador, y es en esta fase esencial que entran en escena los servicios postales, que son los que deben garantizar la parte física de la operación.
Según los datos que recoge la UPU, el paquete pequeño (peso inferior a 2 kilos) es el producto que más eligen los vendedores en línea cuando envían sus pedidos de poco peso. Ese tipo de paquetes, que la organización define como "envíos de correspondencia", alcanzaron una cifra estimada de 800 millones de objetos internacionales -es decir que pasaron de un país a otro- el año pasado.
El presidente del Grupo de Desarrollo de Productos y Marketing del UPU y director de relaciones internacionales de Canada Post, Dave Eagles, señaló que "el crecimiento de volúmenes de pequeños paquetes es increíble y no muestra síntomas de disminuir".
Reveló que la red de la UPU muestra una verdadera "explosión" de paquetes procedentes de la región de Asia-Pacífico y que las cifras confirman "lo que todos sospechamos en el negocio postal: las cartas decrecen, pero los paquetes experimentan un gran auge".