Unas sesenta Damas de Blanco fueron detenidas entre jueves y viernes cuando intentaban llegar a la sede de la organización para celebrar su habitual Té Literario, en esta ocasión el encuentro número 129, confirmó su líder desde La Habana, Berta Soler.
La mañana del sábado, Soler relató a Radio Martí lo acontecido:
El asedio comenzó cerca de la medianoche de jueves, detalló Soler. “Hay muchas que las han detenido dos y tres veces, porque las han detenido de madrugada temprano, las han soltado, y cuando ha amanecido han regresado para acá,” dijo la dama de blanco y apuntó que la primera detenida fue María Cristina Labrada junto a su esposo.
Desde horas tempranas en la mañana de este viernes, fuerzas de la policía, el Ministerio del Interior y la Seguridad del Estado rodearon la sede de las Damas de Blanco en un intento por impedir el encuentro. Desplegaron una pantalla gigante y bocinas con música a todo volumen.
Las calles cercanas estuvieron vigiladas y en el Parque Trillo, aparcaron cuatro ómnibus con las llamadas “brigadas de respuesta rápida”, compuestas por estudiantes y trabajadores llevados de sus centros de estudio y trabajo expresamente para hacerles un acto de repudio a las activistas.
"Lanzamos unos volantes con artículos de la Declaración Universal de los Derechos humanos, hicimos un toque de cazuela en protesta por el hambre y la miseria que hay en Cuba y exigimos comida y leche para los niños", explicó Soler.
La mañana del sábado, Soler relató a Radio Martí lo acontecido:
El asedio comenzó cerca de la medianoche de jueves, detalló Soler. “Hay muchas que las han detenido dos y tres veces, porque las han detenido de madrugada temprano, las han soltado, y cuando ha amanecido han regresado para acá,” dijo la dama de blanco y apuntó que la primera detenida fue María Cristina Labrada junto a su esposo.
Desde horas tempranas en la mañana de este viernes, fuerzas de la policía, el Ministerio del Interior y la Seguridad del Estado rodearon la sede de las Damas de Blanco en un intento por impedir el encuentro. Desplegaron una pantalla gigante y bocinas con música a todo volumen.
Las calles cercanas estuvieron vigiladas y en el Parque Trillo, aparcaron cuatro ómnibus con las llamadas “brigadas de respuesta rápida”, compuestas por estudiantes y trabajadores llevados de sus centros de estudio y trabajo expresamente para hacerles un acto de repudio a las activistas.
"Lanzamos unos volantes con artículos de la Declaración Universal de los Derechos humanos, hicimos un toque de cazuela en protesta por el hambre y la miseria que hay en Cuba y exigimos comida y leche para los niños", explicó Soler.
