Un cubano que llegó a Estados Unidos con el éxodo del Mariel en 1980 acudió al popular segmento del telediario 7 News de Miami, "Help me Howard", en busca de una solución para su problema migratorio.
Ramón Pérez tenía 18 años cuando llegó a Miami y se metió en problemas, relata 7 News: "Vendiendo drogas, estaba con la gente equivocada en el momento equivocado. ¿Qué puedo decir? Cometí un error."
Cumplió tres años en una prisión americana y al salir volvió a cometer el mismo error: "Había estado buscando un trabajo, honesto, durante un año y medio, y lo hago de nuevo... vendiendo drogas de nuevo. Y me atrapan de nuevo, y me llevan 10 años a la cárcel”, cuenta Pérez.
Cuando Ramón salió de la prisión, le habían quitado su tarjeta de residencia y un juez ordenó su deportación pero las autoridades de Castro no lo aceptaron.
Durante los últimos 17 años, Ramón ha trabajado duro en los Estados Unidos y ha obedecido las leyes. Pero técnicamente, él está aquí ilegalmente, lo que significa que podría ser enviado a la cárcel en cualquier momento.
"No quiero que llamen a mi puerta y me pongan en la celda", aclara el hombre.
Es un hombre sin país. Cuba no lo quiere. Estados Unidos no lo quiere. No tiene papeles, no tiene visa y no puede ir a ningún otro país.
"Si Cuba no me acepta, si vuelvo, me meten en la cárcel", asegura Pérez.
Ramón está cansado de esperar y preocuparse todos los días y quiere una decisión. "No quiero volver, pero quiero tener una vida normal en este país".
"Yo pago impuestos en este país. Tengo una orden deportación. Y ahora tengo 60 años. Estoy cansado. Prefiero estar en mi país”.
Howard Finkelstein, el experto jurídico de 7News, cuyo nombre da título al segmento asegura que muy probablemente Ramón siga en un limbo legal en el Sur de la Florida: "Puede que no lo consideren justo para Ramón o el pueblo estadounidense porque un juez ha decidido que no debería permitirse en este país. Pero un juez no tiene control sobre Cuba. Y si se niegan a aceptar a alguien como Ramón, está atascado aquí. Y Ramón es realmente afortunado porque no es considerado peligroso. Si lo fuera, un juez podría encarcelarlo posiblemente para siempre".
Ramón no es el único cubano que los Estados Unidos están tratando de deportar. Según un portavoz de Inmigración de Estados Unidos, un impresionante número de 36 127 cubanos tiene órdenes de deportación pero, al igual que Ramón, no pueden ser devueltos a Cuba.
[Redactado por Armando de Armas con información de 7 News]