Nacido en Pinar del Río, cursó las escuelas primaria y secundaria de los Padres Escolapios. Se graduó con honores en la Escuela de Derecho de la Universidad de La Habana. Medrano pertenece a esa generación de cubanos que no han tenido descanso.
Cuando era un adolescente comenzó a oponerse a todos los regímenes que secuestraban las libertades públicas en Cuba.
Como escritor, sus valientes artículos merecieron innumerables reconocimientos de alta envergadura, precedidos de amenazas, arrestos y exilios. Hombre de arraigados principios religiosos y morales, ni sobornos ni peligros lograron desviar al retoño del coronel de la Guerra de Independencia, Ignacio Medrano, herido diez veces en combate junto al general Antonio Maceo.
Medrano fue arrestado tres veces durante la dictadura de Batista, y cuando en 1959 Fidel Castro usurpó el poder y sembró la devastación, puso su propia vida en peligro y valientemente alertó al pueblo de la inminente catástrofe que se cernía sobre Cuba.
Desoyendo un aviso de inteligencia sobre su inmediato arresto y ejecución por fusilamiento (“de un connotado periodista para probar que la revolución no le teme a las repercusiones en el mundo”, según expresó el propio Raúl Castro), Medrano continuó atacando al régimen comunista sin descanso hasta el 16 de mayo de 1960, en que las milicias y turbas armadas por el gobierno asaltaron y, por la fuerza, confiscaron Prensa Libre, el periódico que él había co-dirigido por 20 años. Mientras él lograba escapar, el embajador de Panamá hacía los arreglos para su inmediato asilo político que lo trajo a Miami el 20 de mayo.
A su arribo a Miami fue invitado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) a su Asamblea General XVI en Bogotá, Colombia, donde presentó un relevante ensayo: “Cómo fue suprimida la libertad de prensa en Cuba”, que fue traducido y reproducido por varias publicaciones internacionales. Junto a otros documentos fue discutido en el seno de los Parlamentos de Brasil y Venezuela, y sirvió de base para la expulsión del régimen castrista de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
En Miami trabajó como chofer de taxi, vendedor de automóviles, comentarista radial y columnista del prestigioso Diario Las Américas, sin interrumpir su denuncia internacional sobre la violación de derechos humanos y civiles en Cuba, al crear el comité para dar a conocer al mundo las torturas a presos políticos en las cárceles cubanas, gestión que logró el apoyo de Amnistía Internacional y similares organizaciones.
Su renombre internacional, unido a los esfuerzos del Dr. Horacio Aguirre, lograron que en 1974 y 1975 Medrano fuera nombrado representante de la SIP ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington DC, con el apoyo de los Dres. Guillermo Martínez Márquez y Claudio Benedí. Posteriormente, con el respaldo de la SIP compareció ante la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en New York y la Asamblea General en Ginebra, Suiza. Fue el primer cubano que allí comparecía con personalidad jurídica para hacer estas denuncias en foros internacionales.
En 1984, a sugerencia de Jorge Mas Canosa, quien entonces estaba al frente de la Junta Asesora Presidencial para Radio Martí, el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, nombró a Medrano subdirector de Radio Martí, encargado de su fundación en la capital estadounidense. Regresó a Miami seis años más tarde como asesor principal de Radio y TV Martí.
Decir Humberto Medrano es hablar de un brillante periodista y escritor, un real gladiador por los derechos y la dignidad del hombre. Prueba de esto son sus libros “Sin patria pero sin amo” y “Caminos de papel”. En marzo de 2004, invitado por la organización francesa “Reporteros Sin Fronteras”, habló en el Parlamento de la Unión Europea en Bruselas, Bélgica, y su labor fue exitosa al condenar al Gobierno cubano ante la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Hombre de su tiempo, y de cualquier tiempo, las obras de Medrano mantienen la frescura de hoy.