La libertad religiosa en Cuba no existe para los que eligen estar fuera del control del Estado, dijeron cubanos consultados por Radio Martí, cuyos ejemplos van desde la destrucción de templos hasta la condena a trabajo forzado por ofrecer a los hijos una educación cristiana.
Un giro a la Constitución en 1992, que pasó de estado ateo al laico, originó ciertas mejorías pero no han sido suficientes.
La Iglesia Católica ha reconocido cierto avance, incluyendo la construcción de un nuevo seminario después de medio siglo o la apertura de espacios en las iglesias para ofrecer cursos de informática, teología, diseño gráfico, inglés o administración de empresa son algunos de los avances.
Todos han debido ser autorizados por el Departamento de Asuntos Religiosos del Partido Comunista.
Pero otra es la realidad para los que por su cuenta buscan abrirse paso en materia religiosa. Algunos creen que no hay libertad sino tolerancia de parte del Estado.
"(Existen casos de) templos que ellos han metido buldócer y han levantado el piso, inclusive la propia casa de los pastores, dejando a sus familias indefensas", dijo Alejandro Hernández Cepero, pastor de La Habana.
Un caso extremo es el del pastor Ramón Rigal, del movimiento apostólico, quien cumple un año de trabajo correccional por educar a sus hijos en el hogar.
"El artículo 8 de la Constitución dice que la Iglesia está separada del Estado, sin embargo ahora mismo yo estoy cumpliendo una sanción porque escogí una educación cristiana para mis hijos y estoy sancionado (...) trabajando en el lugar que me impusieron trabajar ", dijo Rigal a Radio Martí.
La condena a Rigal llegó después que las autoridades educacionales de Cuba rechazaron la oportunidad de que sus hijos, de 7 y 11 años, continuaran sus estudios online en el Colegio Hebrón, de Guatemala.
El opositor Antonio Rodiles, ejemplificó el asunto con lo que ocurre con las Damas de Blanco: "Desde hace ya algunos meses les han impedido llegar a la iglesia para participar de las misas dominicales".
"También en otras provincias se han destruido templos, se han confiscado", agregó Rodiles.
Leonardo Rodríguez, activista de Camajuaní que monitorea temas relativos a la libertad religiosa, dijo a Radio Martí que el asunto "se concatena" con otros temas como es el caso de la libertad de expresión.
"Por ejemplo, cómo están coartadas y minadas las instituciones religiosas, las logias, llenas de agentes de la Seguridad (del Estado), expresó.
(Con reporte de Adriel Reyes)