Las cartas y reclamos a dirigentes del gobierno son las vías más comúnes a que apelan los ciudadanos ante la desidia de los funcionarios de bajo nivel. Ya sea para demandar una plaza en un jardín de infantes, dos bolsas de cemento o la devolución de una vivienda confiscada, como ocurre en La Habana con Daret Jiménez Gálvez y Yuneisy Laferté.
Jiménez Gálvez dijo al periodista Michel Iroy, de la redacción de Primavera digital (PD) que hace 11 años fue sacada de la vivienda en que residía ya que el dueño se quedó a vivir en los Estados Unidos: “Cuando fui desalojada me comunicaron que solo sería por 6 meses, y vivo en estas condiciones hace ya 11 años y 6 meses junto con mis hijos”, refirió.
La solución más cercana de la señora Jiménez ha sido escribir una carta el Presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo; del que espera un mínimo gesto, ha dicho.
Entre las promesas de solución a su caso y las probables irrgularidades de los funcionarios, su vida se ha vuelto un caos, pues como cita PD: “en el año 2003 fue desalojada por Bárbara Malmaña, directora en aquel entonces de la Dirección de Vivienda del municipio Playa (sancionada por corrupción el pasado año), y un funcionario nombrado Javier, de la Dirección de Vivienda del municipio 10 de Octubre.”
En la actualidad Daret Jiménez el albergue donde vive con sus cuatro hijos está por derrumbarse, debido a las filtraciones. Dos de los menores son asmáticos y el esposo “murió hace poco debido a una infección bacteriana que adquirió en el baño de donde me encuentro albergada”, concluye.
Me voy a plantar en la Plaza de la Revolución
Si las misivas enviadas a palacio van llenas de esperanza, el recorrido que hacen de vuelta no es menos tortuoso que la situación que viven sus remitentes.
La joven Yuneisy Laferté vive en la barriada de Lawton, precisamente en San Francisco 266, e/ Lawton y Armas, en una casa a punto del derrumbe. Ha escrito cartas a la Asamblea Nacional y el Consejo de Estado sin respuesta alguna.
Cada vez que se presenta en la dirección de la Unidad Municipal Inversionista de la Vivienda (UMIV), a Yuneisy le aseguran que pronto le darán solución, como dijo al programa Contacto Cuba, de Radio Martí.
“Hemos entregado papeles ahí con esa situación, hemos ido al partido (Comunista), y lo que han hecho es reírse de nosotros, nos dicen que en 72 horas. Vivo con mi madre con cáncer… la casa cada día se deteriora más, es una lluvia dentro cuando llueve”, afirma Laferté.
¿Para dónde miran los funcionarios?
Ante las evasivas de los funcionarios Yuneisy se presentó en el gobierno municipal, sito en Santa Catalina y les explicó el próximo paso que dará: “Les dije que iba a ir en protesta para la Plaza de la Revolución. Fuí con mi hermana, mi mamá, mi sobrina y mis hijos y les dije que mi hijo no iba a ir más a la escuela”, comentó la afectada.
En un reclamo con el jefe de sector de la policía, y ante la amenaza de ocupar ilegalmente una vivienda, el militar le aclaró: “pero lo haces en una donde no haya muebles, no sea que te acusen de robos” relató la querellante.
Dos veces más le han prometido que en 72 horas le darán solución al caso y Yuneisy Laferté teme lo peor: “la casa está hundida porque es otro piso encima de este, porque tiene puntal alto”, indica.
Al parecer esta mujer ha llegado al final del envío de misivas: “me han dicho que como yo había entregado esos papeles, no podía volver a hacer la queja, aunque fuera verbalmente, que ya esa queja estaba ‘elevada’, finalizó.
Jiménez Gálvez dijo al periodista Michel Iroy, de la redacción de Primavera digital (PD) que hace 11 años fue sacada de la vivienda en que residía ya que el dueño se quedó a vivir en los Estados Unidos: “Cuando fui desalojada me comunicaron que solo sería por 6 meses, y vivo en estas condiciones hace ya 11 años y 6 meses junto con mis hijos”, refirió.
La solución más cercana de la señora Jiménez ha sido escribir una carta el Presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo; del que espera un mínimo gesto, ha dicho.
Entre las promesas de solución a su caso y las probables irrgularidades de los funcionarios, su vida se ha vuelto un caos, pues como cita PD: “en el año 2003 fue desalojada por Bárbara Malmaña, directora en aquel entonces de la Dirección de Vivienda del municipio Playa (sancionada por corrupción el pasado año), y un funcionario nombrado Javier, de la Dirección de Vivienda del municipio 10 de Octubre.”
En la actualidad Daret Jiménez el albergue donde vive con sus cuatro hijos está por derrumbarse, debido a las filtraciones. Dos de los menores son asmáticos y el esposo “murió hace poco debido a una infección bacteriana que adquirió en el baño de donde me encuentro albergada”, concluye.
Me voy a plantar en la Plaza de la Revolución
Si las misivas enviadas a palacio van llenas de esperanza, el recorrido que hacen de vuelta no es menos tortuoso que la situación que viven sus remitentes.
La joven Yuneisy Laferté vive en la barriada de Lawton, precisamente en San Francisco 266, e/ Lawton y Armas, en una casa a punto del derrumbe. Ha escrito cartas a la Asamblea Nacional y el Consejo de Estado sin respuesta alguna.
Cada vez que se presenta en la dirección de la Unidad Municipal Inversionista de la Vivienda (UMIV), a Yuneisy le aseguran que pronto le darán solución, como dijo al programa Contacto Cuba, de Radio Martí.
“Hemos entregado papeles ahí con esa situación, hemos ido al partido (Comunista), y lo que han hecho es reírse de nosotros, nos dicen que en 72 horas. Vivo con mi madre con cáncer… la casa cada día se deteriora más, es una lluvia dentro cuando llueve”, afirma Laferté.
¿Para dónde miran los funcionarios?
Ante las evasivas de los funcionarios Yuneisy se presentó en el gobierno municipal, sito en Santa Catalina y les explicó el próximo paso que dará: “Les dije que iba a ir en protesta para la Plaza de la Revolución. Fuí con mi hermana, mi mamá, mi sobrina y mis hijos y les dije que mi hijo no iba a ir más a la escuela”, comentó la afectada.
En un reclamo con el jefe de sector de la policía, y ante la amenaza de ocupar ilegalmente una vivienda, el militar le aclaró: “pero lo haces en una donde no haya muebles, no sea que te acusen de robos” relató la querellante.
Dos veces más le han prometido que en 72 horas le darán solución al caso y Yuneisy Laferté teme lo peor: “la casa está hundida porque es otro piso encima de este, porque tiene puntal alto”, indica.
Al parecer esta mujer ha llegado al final del envío de misivas: “me han dicho que como yo había entregado esos papeles, no podía volver a hacer la queja, aunque fuera verbalmente, que ya esa queja estaba ‘elevada’, finalizó.