Con la entrada en vigor este miércoles de las nuevas restricciones temporales en el occidente cubano debido al rebrote de COVID-19, una de las medidas anunciadas por el Consejo de la Defensa Provincial, consiste en la venta de productos de la pesca en las bodegas.
Residentes en el territorio entrevistados por Radio Televisión Martí cuentan que son únicamente croquetas, en algunos casos de claria y en otros confeccionadas con los desechos de lo que se elabora para la exportación.
Desde el municipio de Los Palacios, el residente Esteban Ajete dice que las que vendieron el martes en el mercado Ideal estaban en mal estado.
“Hace mucho tiempo el cubano no tiene en su mesa un pescado, en el poblado de La Coloma hay un importante combinado pesquero donde se le hace todo el proceso a la langosta y otros mariscos y pescados que se exportan, lo que ellos le llaman “Productos de la Pesca”, no es más que la pasta que se hace para confeccionar las croquetas con el derivado, es decir lo que sobra, como es la cabeza de la langostas y algunas otras cosas del pescado que se muelen”.
“Estas croquetas cuando las mandan, llegan demasiado blandas, están fuera de frío y la otra es que están muchas veces con fecha de vencimiento, lo que provoca que se han producido casos de personas intoxicadas. Cuando tiras esa pasta en la grasa caliente, ellas se deshacen”, explica Esteban.
En la capital provincial el activista José Rolando Casares destaca que lo de la venta de productos de la pesca es puro cuento: “Lo único que están vendiendo son croquetas de claria que son elaboradas en una planta en el kilómetro cuatro y medio de la carretera de San Juan y Martínez”.
También en la ciudad de Pinar del Río, Yamilka Abascal informa que solamente en las tiendas donde se compra en dólares se consigue algún producto del mar, pero, como pasa con todo, el precio está fuera del alcance para la gran mayoría del pueblo.
“Esas croquetas que ellos venden que dicen que son de pescado, es pura harina de pan”, dijo Yamilka.
Y desde el poblado de San Juan y Martínez, el tabacalero Osmani Poveda informa que los mariscos y pescados están totalmente ausentes en la mesa de la mayoría del pueblo
“Esas croquetas no tienen la mínima calidad, las hacen como quiera, y las venden hasta ácidas”, destacó el campesino.