El semanario oficialista cubano Trabajadores criticó este lunes la falta de “transparencia y justeza” en algunos casos de reducción de plantillas estatales infladas en Cuba, y reclamó a los sindicatos el cumplimiento de su papel como garantes en ese proceso que comenzó hace tres años en la isla.
Entre otras quejas, el órgano de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC, sindicato único) censuró la “falta de protagonismo” del movimiento sindical en un asunto de suma importancia para el trabajador.
“La percepción general es que no siempre prevalece la transparencia que exigen los mecanismos establecidos”, recalcan los autores.
Como ejemplo, citan “flagrantes violaciones” en que los trabajadores fueron declarados “disponibles” -eufemismo que se usa en Cuba para referirse a los despedidos- por errores administrativos y “no estuvo presente la gestión sindical para combatir el mal proceder”.
En ese sentido también critica la inasistencia de representantes de varios sindicatos nacionales a los despachos programados con funcionarios del ministerio del Trabajo y Seguridad Social para analizar la marcha de los procesos de reducción de plantillas para cada sector económico.
Trabajadores también admite que el ambiente del reordenamiento, “en que nadie sabe quién se queda, quién se va, ni a dónde irá a parar en caso de quedar disponible, de seguro que también constituye momento de zozobra para no pocos trabajadores”.
El reportaje cita a Rafael Guevara Chacón, funcionario del Departamento de Empleo y Salarios de la CTC, quien recordó que el llamado reordenamiento laboral se previó bajo el principio de que nadie quedaría desamparado, pero recalcó la importancia de la intervención de los sindicatos y de resortes “de contención a excesos y desmanes factibles de producirse”.
Ante la realidad de un 51% de plazas improductivas en una fuerza laboral estatal de unos 5 millones, el gobierno de Raúl Castro se propuso a fines del 2010 reducir en el plazo de un año medio millón de empleos, para lo cual dio un significativo impulso al trabajo por cuenta propia, como alternativa para los que serían despedidos. Posteriormente el plazo fue extendido y ahora se da 2015 como año de terminación.
Cifras publicadas el mes pasado sobre la incorporación al llamado sector no estatal (privado), indican que de los 455.577 trabajadores dedicados hasta el cierre de febrero del presente año a modalidades de trabajo independiente, sólo 18 por ciento tenía un vínculo laboral anterior, lo que equivale a unos 67.000 cubanos.
Según Trabajadores, La meta del gobierno es tener en sus plantillas un 80 % de trabajadores directamente vinculados a la producción o los servicios.
Guevara advirtió por otra parte que el “reordenamiento” deberá asumirse como un fenómeno continuo. “En el país siempre se habló de pleno empleo, y con este proceso, hay que hablar de empleo necesario”, dijo el funcionario sindical.
Ravsberg cita asimismo un post del periodista cubano Yohan González en el blog Desde mi ínsula.
Esperanzado con que el Congreso de la CTC cambiara las cosas, González se quejaba de que la central obrera "padece del virus de la falta de representatividad y de la desconexión con las masas de 'abajo'. Sus dirigentes de base han acostumbrado a pactar durante años con la administración y la dirección de las empresas, en pro de beneficios personales y en contra de los reclamos y necesidades de sus afiliados".
Entre otras quejas, el órgano de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC, sindicato único) censuró la “falta de protagonismo” del movimiento sindical en un asunto de suma importancia para el trabajador.
“La percepción general es que no siempre prevalece la transparencia que exigen los mecanismos establecidos”, recalcan los autores.
Como ejemplo, citan “flagrantes violaciones” en que los trabajadores fueron declarados “disponibles” -eufemismo que se usa en Cuba para referirse a los despedidos- por errores administrativos y “no estuvo presente la gestión sindical para combatir el mal proceder”.
En ese sentido también critica la inasistencia de representantes de varios sindicatos nacionales a los despachos programados con funcionarios del ministerio del Trabajo y Seguridad Social para analizar la marcha de los procesos de reducción de plantillas para cada sector económico.
Zozobra y desamparo
El semanario de la CTC señaló que se ha comprobado en algunas entidades y organismos “mayor cantidad” de despidos que los indicados por el ministerio de Economía y Planificación, y reclamó “el más estricto análisis” de esas situaciones para las que considera “vitales” la acción y presencia de los sindicatos.Trabajadores también admite que el ambiente del reordenamiento, “en que nadie sabe quién se queda, quién se va, ni a dónde irá a parar en caso de quedar disponible, de seguro que también constituye momento de zozobra para no pocos trabajadores”.
El reportaje cita a Rafael Guevara Chacón, funcionario del Departamento de Empleo y Salarios de la CTC, quien recordó que el llamado reordenamiento laboral se previó bajo el principio de que nadie quedaría desamparado, pero recalcó la importancia de la intervención de los sindicatos y de resortes “de contención a excesos y desmanes factibles de producirse”.
Ante la realidad de un 51% de plazas improductivas en una fuerza laboral estatal de unos 5 millones, el gobierno de Raúl Castro se propuso a fines del 2010 reducir en el plazo de un año medio millón de empleos, para lo cual dio un significativo impulso al trabajo por cuenta propia, como alternativa para los que serían despedidos. Posteriormente el plazo fue extendido y ahora se da 2015 como año de terminación.
El Estado se muerde la cola
Sin embargo, el proceso no ha rendido hasta ahora los frutos esperados. Guevara Chacón reveló que tres años después, hasta el tercer trimestre de 2013, quedaban en las nóminas estatales 4 millones 918 mil trabajadores. Aunque en un sector como el de la salud se eliminaron 109.000 plazas ociosas, el funcionario de la CTC reveló que, de todos los declarados disponibles en el país, el 52% “recibieron una ubicación definitiva", esto es, fueron reubicados en otros centros de trabajo del Estado.Cifras publicadas el mes pasado sobre la incorporación al llamado sector no estatal (privado), indican que de los 455.577 trabajadores dedicados hasta el cierre de febrero del presente año a modalidades de trabajo independiente, sólo 18 por ciento tenía un vínculo laboral anterior, lo que equivale a unos 67.000 cubanos.
Según Trabajadores, La meta del gobierno es tener en sus plantillas un 80 % de trabajadores directamente vinculados a la producción o los servicios.
Guevara advirtió por otra parte que el “reordenamiento” deberá asumirse como un fenómeno continuo. “En el país siempre se habló de pleno empleo, y con este proceso, hay que hablar de empleo necesario”, dijo el funcionario sindical.
Sindicato y administración son lo mismo
En un post sobre el reciente Congreso de la CTC el corresponsal del servicio BBCMundo en La Habana, Fernando Ravsberg, señala en su blog Cartas desde Cuba que en la isla la actividad sindical se redujo casi a cero. "Para defender los 'intereses estratégicos' de los humildes está el Partido Comunista, que cuenta con un núcleo en cada empresa y ocupan todos los cargos de dirección empresarial", agregó.Ravsberg cita asimismo un post del periodista cubano Yohan González en el blog Desde mi ínsula.
Esperanzado con que el Congreso de la CTC cambiara las cosas, González se quejaba de que la central obrera "padece del virus de la falta de representatividad y de la desconexión con las masas de 'abajo'. Sus dirigentes de base han acostumbrado a pactar durante años con la administración y la dirección de las empresas, en pro de beneficios personales y en contra de los reclamos y necesidades de sus afiliados".
