Un memorándum de entendimiento para fomentar la cooperación científica y médica fue suscrito el mes pasado por científicos estadounidenses y cubanos en el marco de una visita de tres días a La Habana realizada por nueve miembros de la Asociación Americana para el Avance de las Ciencias (AAAS), por invitación de la Academia de Ciencias de Cuba y otras instituciones.
El plan de acción suscrito por la AAAS y la Academia de Ciencias abarca por lo menos cuatro áreas de las ciencias biológicas: enfermedades infecciosas emergentes, trastornos cerebrales, cáncer, y resistencia de los gérmenes a los antibióticos. La AAAS es la mayor organización de científicos en los Estados Unidos.
"Este viaje fue una maravillosa oportunidad para revitalizar la amistad de larga data entre los científicos cubanos y estadounidenses, y configurar un plan específico de acción", dijo el biólogo Gerald Fink, actual presidente de la AAAS, que es citado en una reseña del viaje publicada en la web de la asociación.
Por su parte Vaughn Turekian, encargado de relaciones internacionales de la AAAS, señaló que aunque miembros de la entidad han viajado antes a Cuba, ─en 1997, 2009 y 2011─ "esta vez hemos tenido una participación más institucional, incluyendo la de nuestra directiva. El éxito o el fracaso de esta sociedad dependerá ahora de concebir proyectos mucho más sostenibles, y de mayor profundidad."
"Cada una de estas áreas temáticas tiene el potencial para una conferencia o taller verdaderamente cooperativo", donde los investigadores puedan compartir información y hacer juntos nuevos descubrimientos”, agregó Turekian.
El grupo visitó entre otras instituciones científicas de la isla el Hospital Docente y de Investigaciones Hermano Amejeiras; el Polo Científico del oeste de La Habana, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología; y el Centro de Inmunología Molecular. También se reunieron con el Jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, John Caulfield, quien saludó la visita.
Un artículo sobre Cuba publicado hace dos semanas en la revista Science, cuyo editor ejecutivo, Alan I. Leshner, formó parte de la comitiva estadounidense, afirma que "el país ha comprometido una gran cantidad de sus recursos con sus sistemas científicos , médicos y de salud pública, incluyendo una sólida industria biotecnológica que exporta una serie de vacunas , fármacos basados en anticuerpos y otras tecnologías médicas".
El artículo compara los índices de esperanza de vida y mortalidad infantil en Cuba con los de EEUU, y plantea la posibilidad de cooperar también en la investigación del cáncer y enfermedades de la tercera edad.
Otra área posible de interés común serían las enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue y el más reciente chikungunya procedente de Africa y que se ha estado extendiendo por las islas del Caribe. Ambos males son transmitidos por el mosquito Aedes Aegypti, y no se cuenta con vacunas.
Aunque no existen relaciones diplomáticas entre los dos países desde hace más de medio siglo, científicos cubanos y estadounidenses han cooperado en áreas como el pronóstico de huracanes y la prevención de desastres en el Golfo de México
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El plan de acción suscrito por la AAAS y la Academia de Ciencias abarca por lo menos cuatro áreas de las ciencias biológicas: enfermedades infecciosas emergentes, trastornos cerebrales, cáncer, y resistencia de los gérmenes a los antibióticos. La AAAS es la mayor organización de científicos en los Estados Unidos.
"Este viaje fue una maravillosa oportunidad para revitalizar la amistad de larga data entre los científicos cubanos y estadounidenses, y configurar un plan específico de acción", dijo el biólogo Gerald Fink, actual presidente de la AAAS, que es citado en una reseña del viaje publicada en la web de la asociación.
Por su parte Vaughn Turekian, encargado de relaciones internacionales de la AAAS, señaló que aunque miembros de la entidad han viajado antes a Cuba, ─en 1997, 2009 y 2011─ "esta vez hemos tenido una participación más institucional, incluyendo la de nuestra directiva. El éxito o el fracaso de esta sociedad dependerá ahora de concebir proyectos mucho más sostenibles, y de mayor profundidad."
"Cada una de estas áreas temáticas tiene el potencial para una conferencia o taller verdaderamente cooperativo", donde los investigadores puedan compartir información y hacer juntos nuevos descubrimientos”, agregó Turekian.
El grupo visitó entre otras instituciones científicas de la isla el Hospital Docente y de Investigaciones Hermano Amejeiras; el Polo Científico del oeste de La Habana, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología; y el Centro de Inmunología Molecular. También se reunieron con el Jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, John Caulfield, quien saludó la visita.
Un artículo sobre Cuba publicado hace dos semanas en la revista Science, cuyo editor ejecutivo, Alan I. Leshner, formó parte de la comitiva estadounidense, afirma que "el país ha comprometido una gran cantidad de sus recursos con sus sistemas científicos , médicos y de salud pública, incluyendo una sólida industria biotecnológica que exporta una serie de vacunas , fármacos basados en anticuerpos y otras tecnologías médicas".
El artículo compara los índices de esperanza de vida y mortalidad infantil en Cuba con los de EEUU, y plantea la posibilidad de cooperar también en la investigación del cáncer y enfermedades de la tercera edad.
Otra área posible de interés común serían las enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue y el más reciente chikungunya procedente de Africa y que se ha estado extendiendo por las islas del Caribe. Ambos males son transmitidos por el mosquito Aedes Aegypti, y no se cuenta con vacunas.
Aunque no existen relaciones diplomáticas entre los dos países desde hace más de medio siglo, científicos cubanos y estadounidenses han cooperado en áreas como el pronóstico de huracanes y la prevención de desastres en el Golfo de México
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