China advirtió el martes que Estados Unidos está poniendo en peligro la cooperación militar al acusar a cinco funcionarios de espionaje cibernético y contraatacó diciendo que Washington es "el mayor atacante del ciberespacio chino".
China anunció la suspensión de la cooperación con Estados Unidos en una fuerza de tarea de seguridad cibernética luego de la acusación presentada el lunes contra funcionarios a los que se responsabiliza de robar secretos comerciales de compañías estadounidenses. El Ministerio de Exteriores exigió que Washington retire la acusación.
El airado intercambio marcó el escalamiento de las tensiones por las acusaciones de Estados Unidos en el sentido de que las Fuerzas Armadas de China usan el espionaje cibernético para robar secretos comerciales y ayudar al sector industrial de propiedad predominantemente estatal.
Mandiant, una compañía estadounidense especializada en seguridad, identificó el año pasado que los ataques contra compañías estadounidenses se realizan desde una unidad militar en Shanghai.
Las acusaciones son el mayor desafío a las relaciones entre ambos países desde la reunión de mediados del año pasado entre el presidente Barack Obama y su colega chino, Xi Jinping, en Sunnylands, California.
Las relaciones ya estaban tensas debido a choques por lo que Washington llama movimientos provocadores chinos al reclamar áreas disputadas en el este y sur del Marc de China. Beijing se queja de que el énfasis en Asia de la política exterior del Gobierno de Obama y la expansión de su presencia militar en la región han envalentonado a Japón y eso ha provocado un aumento en la tensión.
Beijing ha rechazado que practique el espionaje comercial y se dijo víctima de piratas cibernéticos pero ha dado pocas muestras de que esté investigando las quejas extranjeras.
"El Gobierno y las Fuerzas Armadas chinas, así como su personal relevante, no se han involucrado en el robo cibernético de secretos comerciales", dijo un vocero del Ministerio de Exteriores, Hong Lei, en una sesión informativa. "Lo que Estados Unidos debería hacer es retirar su acusación".
El Ministerio de Defensa advirtió que las acusaciones de Estados Unidos enfriarán gradualmente las relaciones entre ambos Ejércitos.
"Con sus acciones, Estados Unidos traiciona su compromiso con la construcción de relaciones saludables, estables y confiables entre fuerzas armadas y causa graves daños a la confianza mutua", señaló.
Estados Unidos anunció el lunes cargos de ciberespionaje contra cinco militares chinos acusados de penetrar en empresas estadounidenses a fin de obtener secretos comerciales.
De acuerdo con la acusación formal, los hackers espiaron a empresas estadounidenses dedicadas a la energía nuclear y solar. Fueron acusados de robar secretos comerciales y comunicaciones internas para tener ventaja competitiva.
"El éxito del mercado internacional se debe basar solamente en la capacidad de la empresa de innovar y competir, no en la capacidad de un Gobierno patrocinador de espiar y robar secretos comerciales", dijo el secretario de Justicia estadounidense Eric Holder.
Holder dijo que las empresas víctimas de los ataques fueron Alcoa World Alumina, Westinghouse Electric Co., Allegheny Technologies, U.S. Steel Corp., United Steelworkers Union y SolarWorld.
China anunció la suspensión de la cooperación con Estados Unidos en una fuerza de tarea de seguridad cibernética luego de la acusación presentada el lunes contra funcionarios a los que se responsabiliza de robar secretos comerciales de compañías estadounidenses. El Ministerio de Exteriores exigió que Washington retire la acusación.
El airado intercambio marcó el escalamiento de las tensiones por las acusaciones de Estados Unidos en el sentido de que las Fuerzas Armadas de China usan el espionaje cibernético para robar secretos comerciales y ayudar al sector industrial de propiedad predominantemente estatal.
Mandiant, una compañía estadounidense especializada en seguridad, identificó el año pasado que los ataques contra compañías estadounidenses se realizan desde una unidad militar en Shanghai.
Las acusaciones son el mayor desafío a las relaciones entre ambos países desde la reunión de mediados del año pasado entre el presidente Barack Obama y su colega chino, Xi Jinping, en Sunnylands, California.
Las relaciones ya estaban tensas debido a choques por lo que Washington llama movimientos provocadores chinos al reclamar áreas disputadas en el este y sur del Marc de China. Beijing se queja de que el énfasis en Asia de la política exterior del Gobierno de Obama y la expansión de su presencia militar en la región han envalentonado a Japón y eso ha provocado un aumento en la tensión.
Beijing ha rechazado que practique el espionaje comercial y se dijo víctima de piratas cibernéticos pero ha dado pocas muestras de que esté investigando las quejas extranjeras.
"El Gobierno y las Fuerzas Armadas chinas, así como su personal relevante, no se han involucrado en el robo cibernético de secretos comerciales", dijo un vocero del Ministerio de Exteriores, Hong Lei, en una sesión informativa. "Lo que Estados Unidos debería hacer es retirar su acusación".
El Ministerio de Defensa advirtió que las acusaciones de Estados Unidos enfriarán gradualmente las relaciones entre ambos Ejércitos.
"Con sus acciones, Estados Unidos traiciona su compromiso con la construcción de relaciones saludables, estables y confiables entre fuerzas armadas y causa graves daños a la confianza mutua", señaló.
Estados Unidos anunció el lunes cargos de ciberespionaje contra cinco militares chinos acusados de penetrar en empresas estadounidenses a fin de obtener secretos comerciales.
De acuerdo con la acusación formal, los hackers espiaron a empresas estadounidenses dedicadas a la energía nuclear y solar. Fueron acusados de robar secretos comerciales y comunicaciones internas para tener ventaja competitiva.
"El éxito del mercado internacional se debe basar solamente en la capacidad de la empresa de innovar y competir, no en la capacidad de un Gobierno patrocinador de espiar y robar secretos comerciales", dijo el secretario de Justicia estadounidense Eric Holder.
Holder dijo que las empresas víctimas de los ataques fueron Alcoa World Alumina, Westinghouse Electric Co., Allegheny Technologies, U.S. Steel Corp., United Steelworkers Union y SolarWorld.