Un ex entrenador cubano de lucha libre y fundador en Miami de una próspera cadena de supermercados de bajos precios fue detenido casualmente en Madrid, siete años después de huir de Estados Unidos, donde se le busca como autor intelectual del asesinato del amante de su pareja.
El diario español El País reporta que cuando iba a entrar en la Embajada de Estados Unidos para hacer alguna gestión con un pasaporte, Manuel Marín se puso nervioso, levantando las sospechas de los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP, antidisturbios) que le pidieron que se identificara y comprobaron que su permiso de estancia en España había caducado, y que tenía una orden internacional de búsqueda y captura.
Marín huyó de Estados Unidos, probablemente hacia Cuba y luego a España, o a España con viajes a Cuba, después que la policía hallara evidencias de que presuntamente arregló con tres sicarios el asesinato de Carlos Salazar, según la policía, el amante de su esposa, Jenny Marín. El cadáver fue encontrado en el área pantanosa de los Everglades, al oeste de Miami
Uno de los tres enviados que según la acusación secuestraron, golpearon, quemaron la entrepierna y luego asesinaron a Salazar en junio de 2011 fue Alexis Avila, (Villa Clara 1971) medallista de bronce olímpico para Cuba en la lucha libre, división de 48 kg, de los Juegos de Atlanta 1996.
De acuedo con varias fuentes Manuel Marín era aficionado a los deportes de combate y había sido él mismo entrenador de lucha en Cuba. Un análisis de sus llamadas telefónicas el día del crimen mostró que había estado en constante contacto con Vila y los otros dos, el promotor y entrenador Roberto Isaac y el también peleador de artes marciales mixtas Ariel Gandulla, natural de Cienfuegos..
Marín y Pedro O. Rodríguez, quienes tuvieron pequeñas tiendas de víveres en Nueva York en los años 80, abrieron en 1990 en Miami-Dade la cadena Presidente Supermarkets, con una política de precios asequibles que les permitió crecer rápidamente, hasta 30 establecimientos en tres condados.
Aunque después de que su vinculación con el asesinato de Salazar saliera a la luz pública la gerencia de los supermercados se desentendió del fundador, la fiscal Gail Levine dijo en mayo pasado al juez que lleva el caso que "él recibe todo su dinero de Yaddiel Marín, su hijo", quien asumió la administración de varias de las tiendas y tiene además otros negocios.
Levine le dijo al magistrado que Yaddiel había estado pagando $10.000 al mes para mantener a los hijos más pequeños de su padre, y que en marzo, incluso coordinó para que los hijos y la madre de los menores visitaran a Marín en un centro turístico en Cuba, donde tienen familia.
Los tribunales negaron la libertad bajo fianza a Avila e Isaac, estimando que podrían huir a la isla, y que Marín podría incluso pagarles el viaje con la intención de comprar su silencio.
Gandulla, según reveló en mayo pasado el Miami Herald, escapó a Canadá y vive desde hace cinco años en Vancouver, donde trabaja como soldador y permanece en un limbo migatorio. Según el diario, los fiscales de Miami-Dade quieren su extradición para que sea juzgado por asesinato, pero el gobierno de EE. UU. teme que si regresa al país y es absuelto pueda conseguir permanecer en este país.