El Consejo de Seguridad de la ONU declaró el jueves oficialmente a Boko Haram un grupo terrorista vinculado a al-Qaida, e impuso sanciones contra los extremistas islámicos que efectuaron una ola de ataques letales y secuestraron recientemente a casi 300 niñas en Nigeria.
La medida es "un paso importante para apoyar los esfuerzos del gobierno de Nigeria para derrotar a Boko Haram y hacer que sus sanguinarios líderes rindan cuentas por las atrocidades", dijo la embajadora de Estados Unidos, Samantha Power.
Nigeria, que integra consejo por dos años, pidió a la comisión que vigila las acciones contra al-Qaida que añada a Boko Haram a la lista de organizaciones vinculadas a al-Qaida sujetas a un embargo de armas y congelamiento de activos.
Los otros miembros del consejo tenían hasta las 3 de la tarde del jueves para objetar y ninguno lo hizo. El grupo fue añadido entonces a la lista de sanciones de la ONU con el nombre de Jama'atu Ahlus-Sunna Lidda'Awati Wal Jihad, con Boko Haram como alias.
Antes de la adición de Boko Haram, la lista de sanciones contra al-Qaida incluía 62 entidades y grupos, y 213 individuos que son objeto de prohibiciones de viajes.
El embajador de Australia ante la ONU, Gary Quinlan, dijo que es difícil decir cuál será el impacto práctico de las sanciones contra Boko Haram. Un posible problema para rastrear sus finanzas, dijo, es que una gran parte del grupo opera en la selva y probablemente usa efectivo en lugar de servicios bancarios, "pero uno nunca sabe".
El levantamiento islámico de Boko Haram que inició hace cinco años ha cobrado las vidas de miles de musulmanes y cristianos, entre ellos más de 1.500 muertos en diversos ataques en lo que va del año.
El grupo, cuyo nombre significa "la educación occidental está prohibida", ha tratado de desterrar la influencia occidental con ataques contra escuelas, iglesias, mezquitas, edificios públicos y fuerzas del orden.
La medida es "un paso importante para apoyar los esfuerzos del gobierno de Nigeria para derrotar a Boko Haram y hacer que sus sanguinarios líderes rindan cuentas por las atrocidades", dijo la embajadora de Estados Unidos, Samantha Power.
Nigeria, que integra consejo por dos años, pidió a la comisión que vigila las acciones contra al-Qaida que añada a Boko Haram a la lista de organizaciones vinculadas a al-Qaida sujetas a un embargo de armas y congelamiento de activos.
Los otros miembros del consejo tenían hasta las 3 de la tarde del jueves para objetar y ninguno lo hizo. El grupo fue añadido entonces a la lista de sanciones de la ONU con el nombre de Jama'atu Ahlus-Sunna Lidda'Awati Wal Jihad, con Boko Haram como alias.
Antes de la adición de Boko Haram, la lista de sanciones contra al-Qaida incluía 62 entidades y grupos, y 213 individuos que son objeto de prohibiciones de viajes.
El embajador de Australia ante la ONU, Gary Quinlan, dijo que es difícil decir cuál será el impacto práctico de las sanciones contra Boko Haram. Un posible problema para rastrear sus finanzas, dijo, es que una gran parte del grupo opera en la selva y probablemente usa efectivo en lugar de servicios bancarios, "pero uno nunca sabe".
El levantamiento islámico de Boko Haram que inició hace cinco años ha cobrado las vidas de miles de musulmanes y cristianos, entre ellos más de 1.500 muertos en diversos ataques en lo que va del año.
El grupo, cuyo nombre significa "la educación occidental está prohibida", ha tratado de desterrar la influencia occidental con ataques contra escuelas, iglesias, mezquitas, edificios públicos y fuerzas del orden.