El magnate de los medios de comunicación y ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi falleció este lunes a la edad de 86 años, anunció su cadena de televisión.
El multimillonario que sobrevivió a años de escándalo en el cargo, y permaneció en él por mucho más tiempo que sus antecesores, falleció a causa de una leucemia crónica tras su ingreso el viernes pasado en el hospital San Raffaele, en Milán.
"Berlusconi ha muerto", tituló la cadena Mediaset, de su propiedad.
El magnate de los medios padecía del corazón, cáncer de próstata, y en el 2020 fue hospitalizado por COVID-19, detalla un reporte de la agencia de noticias Associated Press.
Admirado por unos y criticado por otros, el legado político del tres veces primer ministro de Italia pasará a la historia con todos los matices de su controvertida carrera.
“Silvio Berlusconi hizo historia en este país. Muchos lo amaban, muchos lo odiaban. Todos deben reconocer que su impacto en la vida política, pero también en la economía, el deporte y la televisión, ha sido sin precedentes”, escribió en Twitter el también ex primer ministro Matteo Renzi.
Para sus seguidores, Berlusconi fue un "estadista capaz y carismático que buscaba elevar a Italia al escenario mundial", mientras que para sus detractores, "era un populista que amenazaba con socavar la democracia ejerciendo el poder político como una herramienta para enriquecerse a sí mismo y a sus negocios", destaca AP.
Su amigo y aliado, el presidente ruso Vladimir Putin, dijo que Berlusconi será recordado en Rusia como un "partidario constante y de principios del fortalecimiento de las relaciones amistosas entre nuestros países".
"Para mí, Silvio fue una persona querida, un verdadero amigo. Siempre he admirado sinceramente su sabiduría, su capacidad para tomar decisiones equilibradas y con visión de futuro incluso en las situaciones más difíciles", subrayó Putin.
Aunque se retractó luego, Berlusconi justificó la invasión de Rusia a Ucrania diciendo que Putin había sido "presionado por el pueblo ruso, por su partido, por sus ministros para idear esta operación especial", y que su objetivo era poner a "gente decente" a cargo en Kyiv.
Tras las críticas, emitió una declaración en la que afirmaba que "la agresión contra Ucrania es injustificable e inaceptable".
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