Sara Aguilera, de 69 años, levantó la huelga de hambre que había iniciado a principio de la semana anterior en solidaridad con su nieto recluido en la prisión de Guantánamo tras conocer que las autoridades accedieron a su reclamo.
Su nieto, Juan Miguel Arias Cala, se había declarado en huelga en demanda a su traslado a Holguín, donde vive su abuela, único familiar que hace por él.
“El jefe de Cárceles y Prisiones de la provincia me llamó y me dijo que comiera, que dejara la huelga, que en 15 días él me iba a trasladar al niño para acá, que confiara en él”, dijo a Radio Televisión Martí, desde su residencia en Holguín, la señora, con ánimo renovado y esperanzada de que pronto podrá visitar al nieto, a quien hasta este momento ha visitado cada seis meses, dado su estado de salud y los 137 kilómetros que separan a su vivienda de Guantánamo.
Juan Miguel cumple una sentencia de 15 años de privación de libertad desde 2015, luego de agredir al médico Edilio Herrera, a quien acusa de provocar la muerte de su hermano, el prisionero político Luis Miguel Arias Cala, a raíz de una supuesta negligencia médica en el hospital Lenin, en Holguín.
La abuela recibió, además, una llamada del recluso, que le informó de una conversación que sostuvo con el mencionado oficial y que, sí, en efecto, se había comprometido al traslado una vez que abandonara la huelga y se recuperara.
De acuerdo con lo planteado por la autoridad, sería el día dos de julio que se producirá el cambio de prisión, pero Sara, que cumplirá los 70 años en septiembre, hizo una seria advertencia al oficial del Ministerio del Interior, en caso de que incumpla el compromiso contraído.
“Le dije: 'oiga, si no me traen al niño me voy a tirar en el parque Calixto García desnuda y con un cartel bien grande que diga: Patria y Vida, Libertad para los presos políticos, Libertad para el pueblo de Cuba'”, indicó la abuela, que es madre de la Dama de Blanco y exprisionera política María Del Carmen Cala Aguilera, refugiada en Estados Unidos desde hace tres años.
Para ella han sido buenas noticias.
“Qué bueno, mi mamá y mi hijo suspendieron la huelga, es un acto que pone la vida en peligro, principalmente mi mamá por la edad que tiene. Y la otra, que será mejor todavía cuando me entere de que ellos cumplieron su promesa de regresar a mi hijo a Holguín”, dijo María del Carmen.
Por el momento las atenciones a Juan Miguel han cambiado de regular a bien. “Me dijo que está en la enfermería, que le están dando caldos y tiene suero puesto. Además, los medicamentos que le llevé en la última visita. También me dijo que le habían hecho análisis de la orina y los riñones están bien”, comentó Sara.
“La esperanza nunca la podemos perder, hay que tener fe. A ellos no les conviene incumplir su promesa porque las cosas se les complicarían”, indicó por su lado, María del Carmen.