Varios discapacitados cubanos dijeron a Radio Televisión Martí que son pésimas las condiciones que están enfrentando en medio de la pandemia en la isla para obtener alimentos, medicamentos y otros servicios.
Eduardo Lázaro Ceijas Falcón, invidente de nacimiento y en recuperación tras haber sufrido el virus, residente en el municipio San Miguel del Padrón, comentó: “En estos momentos me encuentro convaleciente, vivo solo y en pobreza extrema, no tengo quien me asista, ni un trabajador social que me atienda”.
Juan Goberna, también en La Habana, débil visual, y que preside la Red Cubana de Personas con Discapacidad, alerta que hay mucha propaganda oficial sobre lo que están haciendo en favor de los más vulnerables, pero la realidad es que son pocos los resultados efectivos.
“Nosotros estuvimos llamando a los diferentes teléfonos disponibles por el tema de la pandemia, llamamos a Salud Pública, a la dirección del Consejos de Defensa Provincial y poco se resolvió con los casos de las personas vulnerables y necesitadas de ayuda que reportamos”, señaló Goberna.
Yolanda Carmenate, que reside en la ciudad de Las Tunas, madre de un discapacitado, que tiene problemas de movilidad, expresa que hay falta de medicamentos y ambulancias para llevarlo a las instituciones médicas.
“Muchas veces tenemos que trasladarlo en la silla de ruedas por la calle, desde la casa hasta el hospital, alrededor de unos tres kilómetros”, contó Yolanda.
En el Vedado, municipio Plaza, en la capital cubana, Elena Lamarche, con una hija parapléjica, señala que en la zona sólo otorgan 20 turnos diarios a los casos vulnerables en las colas para comprar alimentos y medicamentos, cuando hay.
“Las colas son horribles, aunque sea un caso de vulnerable hay que levantarse a las 5 de la mañana para comprar algo, si es que se alcanza. Da mucha pena como hay impedidos y ancianos con bastones, con andadores, desde la madrugada, para coger sus medicamentos, si alguno llegó”, describió la mujer.
Sigue siendo compleja la situación con el rebrote de COVID-19 en la isla.
En el poblado de Caimanera, Guantánamo, en días recientes, las personas han manifestado su malestar ante la escasez de alimentos y medicamentos.
En Matanzas, continúan confinadas las personas en varios municipios, mientras La Habana sigue siendo el epicentro de la pandemia.
Desde Caimanera, el activista Yeider Fuentes Arias dijo a Radio Televisión Martí que, ante la falta de comida, están apareciendo carteles con consignas antigubernamentales en varias partes del pueblo.
“La mayoría dicen: 'Hay hambre, Abajo Díaz-Canel, Libertad para el pueblo de Cuba'. Las autoridades ha llenado las calles de Caimanera con Boinas Rojas y perros, y le han prohibido a la ciudadanía salir después de las 10 de la noche”, dijo el activista.
En Los Arabos, Matanzas, Alberto Corzo, director del Instituto Cubano de Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) señala que siguen confinados y desabastecidos.
“También hay muchos problemas en el pueblo con los centros de aislamiento, los cuales no cumplen los requisitos establecidos para tener allí confinadas a las personas sospechosas de estar infestadas con el virus”, concluyó el comunicador.
La capital cubana, con el mayor número de casos, allí ya hay desespero en la búsqueda de alimentos, la situación es caótica, cuenta el emprendedor Pedro Luis García.
“El impacto de la pandemia es muy fuerte y se ve en el desabastecimiento en todas las tiendas habaneras, y estamos rumbo a un acercamiento a la hambruna en Cuba”, alertó el cuentapropista.