En medio del incremento de los casos de COVID-19 en Cuba, se agudiza también la situación por el contagio de reos en los diferentes centros penitenciarios del país, mientras que continúa el secretismo de las autoridades, denunciaron a Radio Televisión Martí familiares de presos y activistas en la isla.
En la prisión de Kilo-7, en la ciudad de Camagüey, el coordinador provincial de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), Fernando Vázquez Guerra, quien lleva casi cinco años allí recluido, acaba de pasar el coronavirus, reporta el presidente del Partido Demócrata Cristiano en el territorio, Jiordan Marrero Huerta.
“Fernando se contagió con el virus, estuvo muy mal, siendo internado en la sala I del hospital Amalia Simoni, y ahora se encuentra en el destacamento número 11, confinado con más de 95 reos comunes. Todos han sido retornados de diferentes centros hospitalarios, y tienen que permanecer allí 14 días en cuarentena y después serán reubicados en los diferentes destacamentos del penal”, dijo el opositor, que se comunicó por teléfono con el activista.
Desde la ciudad de Holguín, el miembro del Partido Republicano de Cuba, Ramón Zamora, informa sobre la situación con casos de prisioneros contagiados en el penal La Ladrillera, ubicado en la carretera central, en las cercanías del Aeropuerto Militar.
“Allí, en ese penal, familiares de reos reportan que hay una veintena de reclusos con COVID-19 que están confirmados, y las autoridades no informan absolutamente nada sobre lo que está ocurriendo”, apuntó Zamora.
El también activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) en Guantánamo, Henry Couto Guzmán, señala que aún no se controla el rebrote de COVID-19 en la prisión provincial Combinado Sur.
“Se maneja la información por personas que tienen a sus familiares allí presos, y a los cuales yo tuve acceso, que unos 300 presos han sufrido el contagio con el virus, pero lo que sucede en las prisiones en Cuba es secreto militar y nunca lo van a decir”, concluyó Couto Guzmán.
Nilda García Fleitas, desde el Entronque de Herradura, en Pinar del Río, denuncia la situación de su hijo, el preso político Manuel de Jesús Rodríguez García, castigado ya desde hace más de un mes por las autoridades de la cárcel Cinco y Medio, por denunciar la situación epidemiológica en el lugar.
“Hace ya más de un mes tomaron la medida de enviarlo para la celda de castigo, para que él no pudiera hablar y denunciar lo que está pasando allí adentro con el COVID-19”, dijo su madre.
La prisión provincial de Sancti Spíritus, Nieves Morejón, sigue teniendo una situación muy compleja, y ya hay casos contagiados con el virus entre los trabajadores de la empresa de Materia Prima, adjunta al penal, y donde son llevados a trabajar los reos, comenta la periodista independiente Aimara Peña González.
“Estamos muy alarmados por la situación dentro de la cárcel provincial, donde ha ocurrido un rebrote importantísimo y que las autoridades no lograron frenar”, concluyó la comunicadora.
Mientras, en Bayamo, Granma, sigue activo el foco de COVID-19 en la prisión provincial de Las Mangas, destaca el activista Emiliano González.
“La situación dentro de la prisión nueva sigue muy difícil, no dejan entrar a nadie al penal, están cerradas las vías de acceso y mucho control y censura”, argumentó el activista.