Un video realizado por el Frente Nacional de Resistencia Cívica Orlando Zapata Tamayo y divulgado por el Directorio Democrático Cubano muestra los funerales del joven Roberto Antonio Rivalta Junco que se convirtieron en una protesta pacífica contra el gobernante Raúl Castro y las atrocidades del sistema carcelario cubano.
Según el desgarrador testimonio de la madre del difunto, Doraida Junco, su hijo Roberto Antonio murió sin recibir atención médica luego que le negaran el agua, en una prisión de Villa Clara el pasado 16 de febrero de 2013, donde realizaba una huelga de hambre para mostrar su inocencia en un supuesto caso de robo.
En una entrevista concedida por la hermana del fallecido, Elienay Ribalta, se explica que los familiares de Roberto Antonio desconocen si murió en las celdas tapiadas de la Prisión La Pendiente o en la enfermería de la Prisión Guamajal. En cualquier caso saben que le negaron el agua, que murió solo y sin asistencia médica y que su cuerpo debe haber sido encontrado sin vida horas después de su deceso por la manera rígida en la que quedaron sus ojos y su boca.
Camino al cementerio, familiares y defensores de derechos humanos caminaron con portando carteles con denuncias como: "Raúl Castro esta familia va a llorar pero el régimen lo va a pagar. ¡Asesino!”, “Roberto A. Rivalta Junco víctima del odio y la mentira, ¿dónde están los principios? Lo mataron ¡Asesinos!”, y “Dónde está la justicia” .
De acuerdo a la información del Directorio Democrático Cubano, en el sepelio un gran número de defensores de derechos humanos fueron arrestados para impedir que asistieran a la protesta y funeral.
Según el desgarrador testimonio de la madre del difunto, Doraida Junco, su hijo Roberto Antonio murió sin recibir atención médica luego que le negaran el agua, en una prisión de Villa Clara el pasado 16 de febrero de 2013, donde realizaba una huelga de hambre para mostrar su inocencia en un supuesto caso de robo.
En una entrevista concedida por la hermana del fallecido, Elienay Ribalta, se explica que los familiares de Roberto Antonio desconocen si murió en las celdas tapiadas de la Prisión La Pendiente o en la enfermería de la Prisión Guamajal. En cualquier caso saben que le negaron el agua, que murió solo y sin asistencia médica y que su cuerpo debe haber sido encontrado sin vida horas después de su deceso por la manera rígida en la que quedaron sus ojos y su boca.
Camino al cementerio, familiares y defensores de derechos humanos caminaron con portando carteles con denuncias como: "Raúl Castro esta familia va a llorar pero el régimen lo va a pagar. ¡Asesino!”, “Roberto A. Rivalta Junco víctima del odio y la mentira, ¿dónde están los principios? Lo mataron ¡Asesinos!”, y “Dónde está la justicia” .
De acuerdo a la información del Directorio Democrático Cubano, en el sepelio un gran número de defensores de derechos humanos fueron arrestados para impedir que asistieran a la protesta y funeral.
