Rosa María Payá, la hija del opositor cubano Oswaldo Payá, fallecido el pasado mes de julio en un cuestionado accidente de tránsito en la provincia oriental de Granma, denunció el jueves en Madrid que el Gobierno español ha "presionado" al dirigente de Nuevas Generaciones del PP, Ángel Carromero, único condenado por el suceso, "para que no hable" de lo ocurrido.
"No hemos obtenido ninguna ayuda [del gobierno español] y sobre Ángel ha habido presiones para que no hable", ha declarado Rosa María en una entrevista con Europa Press.
Carromero, condenado a cuatro años de cárcel por su responsabilidad en el accidente que costó la vida a Payá y al también opositor Harold Cepero, rompió su silencio la semana pasada en una entrevista con 'The Washington Post' en la que reveló que un segundo vehículo les embistió por detrás y calificó de “farsa” el juicio celebrado en su contra en Bayamo, Cuba.
Rosa María, de 24 años, se reunió con Carromero a mediados de febrero en Madrid y la pasada semana lo hizo con el otro sobreviviente el sueco Aron Modig, en Estocolmo.
"Estamos confirmando cosas con ambos supervivientes", dijo la joven y explicó que datos como la implicación de un segundo vehículo o que el coche no llegó a estrellarse nunca contra un árbol "ya se sabía".
Tras la revelaciones de Carromero al Washington Post, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha declarado que no tiene constancia de que los hechos ocurriesen de forma distinta a lo reconocido por Carromero durante el juicio celebrado en Cuba y ha instado a quienes duden de dicha versión a acudir a los tribunales.
La familia de Payá mantiene abierta la "posibilidad" de llevar ante los tribunales "lo ocurrido el 22 de julio", aunque todavía no han decidido nada en ese sentido porque están considerando "varias opciones", dijo Rosa María a Europa Press.
"Me sorprende la validez que dan a la justicia del Gobierno cubano.Esperamos que el Gobierno español se ponga del lado de aclarar los hechos y de aclarar lo ocurrido", añadió la joven.
El juicio celebrado a Carromero el 5 de octubre de 2012 fue avalado por el ejecutivo español a pesar de que el abogado de la familia de Carromero , José María Viñals Camallonga, cuestionó el procedimiento legal en el marco de las normas jurídicas españolas y de la Unión Europea.
“Si analizamos el proceso desde un prisma jurídico español o de una jurisdicción de la Unión Europea, podemos decir que no se habría cumplido con el principio de contradicción", dijo Viñals, director de Operaciones Internacionales de la firma Lupicina Abogados, quien coordinó la defensa de Carromero, realizada por los letrados cubanos Dorisbel Rojas y su asistente Alejandro Millares.
“La defensa, tal y como prevé la normativa cubana, no pudo acceder a las pruebas (coche accidentado, huellas del derrape, señales de tráfico y otras pruebas relevantes) ni presentar informes periciales propios. Estuvimos a lo dicho por las autoridades policiales y forenses locales que, a su vez, fueron coordinadas por la fiscalía”, declaró Viñals en una entrevista concedida al diario español ABC el pasado 29 de diciembre.
"No hemos obtenido ninguna ayuda [del gobierno español] y sobre Ángel ha habido presiones para que no hable", ha declarado Rosa María en una entrevista con Europa Press.
Carromero, condenado a cuatro años de cárcel por su responsabilidad en el accidente que costó la vida a Payá y al también opositor Harold Cepero, rompió su silencio la semana pasada en una entrevista con 'The Washington Post' en la que reveló que un segundo vehículo les embistió por detrás y calificó de “farsa” el juicio celebrado en su contra en Bayamo, Cuba.
Rosa María, de 24 años, se reunió con Carromero a mediados de febrero en Madrid y la pasada semana lo hizo con el otro sobreviviente el sueco Aron Modig, en Estocolmo.
"Estamos confirmando cosas con ambos supervivientes", dijo la joven y explicó que datos como la implicación de un segundo vehículo o que el coche no llegó a estrellarse nunca contra un árbol "ya se sabía".
Tras la revelaciones de Carromero al Washington Post, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha declarado que no tiene constancia de que los hechos ocurriesen de forma distinta a lo reconocido por Carromero durante el juicio celebrado en Cuba y ha instado a quienes duden de dicha versión a acudir a los tribunales.
La familia de Payá mantiene abierta la "posibilidad" de llevar ante los tribunales "lo ocurrido el 22 de julio", aunque todavía no han decidido nada en ese sentido porque están considerando "varias opciones", dijo Rosa María a Europa Press.
"Me sorprende la validez que dan a la justicia del Gobierno cubano.Esperamos que el Gobierno español se ponga del lado de aclarar los hechos y de aclarar lo ocurrido", añadió la joven.
El juicio celebrado a Carromero el 5 de octubre de 2012 fue avalado por el ejecutivo español a pesar de que el abogado de la familia de Carromero , José María Viñals Camallonga, cuestionó el procedimiento legal en el marco de las normas jurídicas españolas y de la Unión Europea.
“Si analizamos el proceso desde un prisma jurídico español o de una jurisdicción de la Unión Europea, podemos decir que no se habría cumplido con el principio de contradicción", dijo Viñals, director de Operaciones Internacionales de la firma Lupicina Abogados, quien coordinó la defensa de Carromero, realizada por los letrados cubanos Dorisbel Rojas y su asistente Alejandro Millares.
“La defensa, tal y como prevé la normativa cubana, no pudo acceder a las pruebas (coche accidentado, huellas del derrape, señales de tráfico y otras pruebas relevantes) ni presentar informes periciales propios. Estuvimos a lo dicho por las autoridades policiales y forenses locales que, a su vez, fueron coordinadas por la fiscalía”, declaró Viñals en una entrevista concedida al diario español ABC el pasado 29 de diciembre.