Uno de los artistas de la plástica cubana más exitosos en los círculos internacionales, prepara una exposición por sus 15 años de vida artística.
Uno de los artistas de la plástica cubanos mejor insertados en el mercado internacional, Wilfredo Prieto, prepara una exposición itinerante que resume 15 años de su vida profesional para ser inaugurada en el Museo S.M.A.K. de la ciudad belga de Gante, el próximo 20 de junio.
El artista, en entrevista con martinoticias.com, califica el proyecto como “bastante ambicioso” desde el punto de vista curatorial, sobre todo porque será la primera vez que coincidan en un mismo espacio tantas de sus obras.
La selección estaría compuesta por 50 piezas anteriores y 10 o 12 nuevas, creadas para la ocasión, pero aún es pronto para hablar de cifras exactas o de un título, confiesa el artista de 36 años.
“Van a haber obras que hace más de 10 años que no hacía, va a ser un recorrido por el trabajo incluso de cuando estaba estudiando en la universidad. Se van a conectar varias etapas, van a estar un poco en enfrentamiento entre ellas mismas. Ese distanciamiento para mí va a ser interesante,” comenta entusiasmado.
Entre sus exposiciones más famosas y controversiales se encuentra Apolítico (2001-2008), que muestra banderas del mundo reconocidas por la Organización de Naciones Unidas, en escala de grises con los diseños, dimensiones y tela oficiales.
Luego de abrir al público belga, la muestra pasaría a Alemania y a seguidas a América, donde planea hacer escala en Estados Unidos y México o Brasil, y finalmente el cierre de la expo se realizará en el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, probablemente en 2015.
Una de las novedades que adelanta el artista reside en la mutación espontánea de la muestra, en dependencia del espacio al que se traslade, “porque cada espacio tiene una personalidad muy particular desde el punto de vista arquitectónico, simbólico, incluso la fecha en que se hace, cambia ya muchísimo el proyecto”, detalla.
El mercado y los cambios del arte contemporáneo
Las ingeniosas instalaciones de Wilfredo obligan al espectador a redefinir su concepto de arte. Como él mismo explica, se trata de volver a los orígenes, a los modos de maestros como Leonardo Da Vinci, que para expresarse artísticamente tomaban de la física, la química o la ingeniería. Por ello, a Prieto se le puede sorprender investigando sobre ciencias sociales o macroeconomía para emprender una de sus creaciones.
“Hago las piezas tal y como se me ocurren y no hago ningún tipo de concesión al mercado: no la enfoco ni más bonita, ni más práctica, ni mejor para que la pueda trasportar, ni para que te quepa en tu casa. Yo creo que el mercado tiene que adaptarse a los cambios del arte contemporáneo. ”
Prieto enfatizó la importancia del apoyo que le brindan sus galerías, Nogueras Blanchard, de Barcelona; Annet Gelink, de Ámsterdam y Kurimanzutto, de México, en detalles organizativos, ya sea con recursos económicos o con opiniones conceptuales.
Al tiempo que prepara esta celebración por sus 15 años dedicados a la plástica, el artista visual prepara una exposición en una galería holandesa y un proyecto de gran envergadura en México. Este último se trata de la creación de un jardín y un lago artificial en el Estadio Azteca de futbol, una obra que contrapondrá meditación y competitividad.
Wilfredo Prieto, oriundo de Sancti Spíritus en el centro de Cuba, está considerado como uno de los creadores mejor insertados en el mercado internacional, con una cotización de precios entre las más elevadas de los últimos 10 años de la plástica cubana.
El artista, en entrevista con martinoticias.com, califica el proyecto como “bastante ambicioso” desde el punto de vista curatorial, sobre todo porque será la primera vez que coincidan en un mismo espacio tantas de sus obras.
La selección estaría compuesta por 50 piezas anteriores y 10 o 12 nuevas, creadas para la ocasión, pero aún es pronto para hablar de cifras exactas o de un título, confiesa el artista de 36 años.
“Van a haber obras que hace más de 10 años que no hacía, va a ser un recorrido por el trabajo incluso de cuando estaba estudiando en la universidad. Se van a conectar varias etapas, van a estar un poco en enfrentamiento entre ellas mismas. Ese distanciamiento para mí va a ser interesante,” comenta entusiasmado.
Luego de abrir al público belga, la muestra pasaría a Alemania y a seguidas a América, donde planea hacer escala en Estados Unidos y México o Brasil, y finalmente el cierre de la expo se realizará en el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, probablemente en 2015.
Una de las novedades que adelanta el artista reside en la mutación espontánea de la muestra, en dependencia del espacio al que se traslade, “porque cada espacio tiene una personalidad muy particular desde el punto de vista arquitectónico, simbólico, incluso la fecha en que se hace, cambia ya muchísimo el proyecto”, detalla.
El mercado y los cambios del arte contemporáneo
Las ingeniosas instalaciones de Wilfredo obligan al espectador a redefinir su concepto de arte. Como él mismo explica, se trata de volver a los orígenes, a los modos de maestros como Leonardo Da Vinci, que para expresarse artísticamente tomaban de la física, la química o la ingeniería. Por ello, a Prieto se le puede sorprender investigando sobre ciencias sociales o macroeconomía para emprender una de sus creaciones.
Prieto enfatizó la importancia del apoyo que le brindan sus galerías, Nogueras Blanchard, de Barcelona; Annet Gelink, de Ámsterdam y Kurimanzutto, de México, en detalles organizativos, ya sea con recursos económicos o con opiniones conceptuales.
Al tiempo que prepara esta celebración por sus 15 años dedicados a la plástica, el artista visual prepara una exposición en una galería holandesa y un proyecto de gran envergadura en México. Este último se trata de la creación de un jardín y un lago artificial en el Estadio Azteca de futbol, una obra que contrapondrá meditación y competitividad.
Wilfredo Prieto, oriundo de Sancti Spíritus en el centro de Cuba, está considerado como uno de los creadores mejor insertados en el mercado internacional, con una cotización de precios entre las más elevadas de los últimos 10 años de la plástica cubana.
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