Ellos se manifiestan y se identifican con partidos políticos, y votan. Ellos nacieron después de 1990.
La gente joven que ha llegado a la edad de votar por primera vez (18 años de edad) hoy está más involucrada en el proceso político que cuando las generaciones anteriores tenían la misma edad.
Scott McLean, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Quinnipiac en Connecticut, dijo que este grupo de personas menores de 30 años es una generación activista que vota en proporciones más altas incluso que la generación del baby boom, que participó a nivel político durante la década de 1960.
Los jóvenes votantes de hoy también están mejor educados que las generaciones anteriores. Forman parte de la “era digital” y muchos están al tanto de las noticias, aunque las obtengan en redes sociales en vez de los medios de comunicación tradicionales.
En la elección presidencial más reciente, en 2020, los electores jóvenes fueron responsables del 17 por ciento de todos los votos emitidos, según expertos de la Universidad Tufts. La cuota de votantes jóvenes elegibles que se presentaron en las urnas alcanzó un 50 %, un aumento considerable en relación a la elección de cuatro años antes.
Los dos gráficos, que si bien utilizan distintas metodologías, ofrecen una clara imagen del aumento de la votación entre los jóvenes estadounidenses.
“El principal motivo que lo impulsa es la competitividad e intensidad de la política en Estados Unidos justo en el momento en que llegan a la mayoría de edad”, dice McLean, que contribuyó en un libro titulado Generational Politics in the U.S. from Silents to Gen Z and Beyond (Política generacional en Estados Unidos: Desde los callados hasta la generación Z y más allá).
“Las personas que votan por primera vez constituyen el 10 por ciento del electorado”, indicó Alan Abramowitz, profesor emérito de ciencias políticas en la Universidad Emory. “En una elección reñida, su voz es importante”. No todos los votantes que lo hacen por primera vez son jóvenes. Pero, insiste, aquellos que lo son reflejan la creciente diversidad de Estados Unidos, y es más probable que sean estadounidenses de origen latino o asiático, o afroestadounidenses que el grupo de todos los electores.
Abramowitz espera una elevada participación de jóvenes votantes en la elección presidencial de noviembre. “Hay grandes diferencias entre los candidatos y los partidos con respecto a asuntos que impactan particularmente a los jóvenes”, señala, al citar la economía, el derecho al aborto y la política exterior.
No solo los adultos jóvenes votan en grandes cantidades; se espera que participen en estados disputados importantes, como Michigan, Georgia, Arizona y Pensilvania. “Su efecto es mucho mayor a su número”, dijo McLean. Como la generación milénica, que es apenas mayor que la suya, estos votantes más jóvenes participan en el servicio comunitario.
Si bien donar a las campañas no es su práctica habitual, algunos de ellos promocionarán a sus candidatos en campañas de puerta en puerta y alentarán a otros estadounidenses a votar. Ambos partidos lucharán por conseguir su apoyo este año. “Los votantes jóvenes serán una disputa importante en la elección de este año”, afirma Abramowitz.