Mientras algunos grupos disidentes promueven votar NO en el referendo constitucional del 24 de febrero en Cuba, otros miembros de la oposición son partidarios de no participar en las votaciones.
La Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), por un lado, es una de las organizaciones que aboga porque el cubano vote NO en la boleta.
"Creemos que la opción más inteligente es convocar al pueblo a que vaya y ponga NO, en secreto, en la boleta, que convocar a una abstención", dijo a Radio Martí el activista de UNPACU Carlos Amel Oliva.
Aunque para Antonio Rodiles, coordinador del proyecto independiente Estado de Sats, dejar de votar no constituye una abstención propiamente dicha, sino declarar un boicot al referendo.
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"Nosotros estamos abogando por el boicot, porque las personas no vayan a votar. El acto es el mismo pero no es abstención", señaló Rodiles.
La abstención para Rodiles podría ser una alternativa, pero solo cuando se trata de un proceso legítimo. En su opinión, "asistir a un fraude cantado es legitimar al régimen", a quien urge validar la herencia que deja Raúl Castro a sus hijos, familiares y aliados.
Oliva también teme el fraude del gobierno a la hora de manipular los resultados, pero insiste en la necesidad de asistir a las urnas y votar NO.
A su juicio, no acudir al referendo "implica que el ciudadano común vaya directamente a una lista de la Seguridad del Estado por no ir a votar, y son muy pocos aún en Cuba los que se han desprendido del temor a la represalia del Estado".
(Reporte de Rafael Martínez-Sixto para Radio Martí)