Hoy día se escuchan voces que abogan por castigar a Rusia debido a su política discriminatoria contra las minorías sexuales.
Las iniciativas pasan por el boicot a los venideros Juegos Olímpicos de Invierno del 2014 en el balneario ruso de Sochi hasta boicotear la venta de vodka por todo el mundo.
Desde hace meses se ha incrementado en el país la homofobia, llegando al punto de tipificar la ley contra lo que llama “propaganda de la homosexualidad”. Los legisladores rusos afirman que las actividades de las organizaciones a las que asocian con “promoción de la orientación sexual no tradicional” puede “poner en peligro la seguridad del Estado ruso y la sociedad" y amenaza a la integridad territorial de la Federación Rusa. Ante tal peligro ya pusieron ley por medio para que la nación rusa no desaparezca.
Estas actitudes homofóbicas aparecieron en la Duma en el 2003, 2004, 2006 y 2009, y buscaban poner responsabilidad penal por la propaganda del medio de vida homosexual. Una de las principales aliadas de Putin, la senador Valentina I. Matvienko, y gobernadora de San Petersburgo, lanzó en el 2011 la idea de una ley federal que sin violar las leyes vigentes, impidiera la propaganda homosexual.
La nota explicativa del proyecto de ley establecía que "la propaganda de la homosexualidad" debe entenderse como "la proliferación incontrolada de información que pueda dañar la salud, el desarrollo moral y espiritual, incluyendo conceptos erróneos acerca de la equivalencia social de las relaciones sexuales tradicionales y no tradicionales." Pero no existe en la propia ley una definición exacta y precisa de lo que se pueda interpretar como "propaganda de la homosexualidad".
El Comité de la Duma Estatal de Familia, la Mujer y la Infancia amplió el proyecto de ley y propuso sanciones para la "justificación y aprobación de la homosexualidad" pública y "la formación de los menores distorsionada imagen de la equivalencia social del matrimonio tradicional y no tradicional”. Los críticos del proyecto afirman que no hay claridad a la hora de "separar la propaganda de la educación" y la actual redacción permite a los tribunales libremente interpretar lo que la "propaganda de la homosexualidad" entre los menores. Los legisladores que se oponen a la "propaganda de la homosexualidad" a menudo ven la homosexualidad como una enfermedad, defecto o perversión.
Las protestas en Rusia y en el extranjero han sido diversas. Algunos proponen un boicot a la venta de vodka, en especial a las marcas rusas Stolichnaya y Russian Standard. Y un boicot a los juegos olímpicos de invierno en el 2014. No a Sochi, Si al Orgullo Gay, es el lema de los proponentes. Frente a la embajada rusa en Washington DC se ha protestado, así como frente al consulado de Rusia en New York. En esa ciudad, la concejal Cristina Quinn, aspirante a la alcaldía de New York, pidió al presidente Obama que condenara la situación de la comunidad gay en Rusia y no permitiera preferencias con ese país. El atleta, medallista en varios campeones de patinaje sobre hielo, Johnny Weir-Voronov, casado con un abogado americano de origen ruso, a pesar de que condena la legislación imperante, dice que viajará a Sochi en febrero.
El presentador de televisión Jay Leno le dijo a Obama que las leyes de Rusia le recordaban a las de la Alemania nazi, y no quería que estas olimpiadas fueras como las del verano de 1936. Entonces es preferible seguir tomando vodka, aunque sea producido en Polonia o Finlandia y esperar a los juegos olímpicos de verano.
Desde hace meses se ha incrementado en el país la homofobia, llegando al punto de tipificar la ley contra lo que llama “propaganda de la homosexualidad”. Los legisladores rusos afirman que las actividades de las organizaciones a las que asocian con “promoción de la orientación sexual no tradicional” puede “poner en peligro la seguridad del Estado ruso y la sociedad" y amenaza a la integridad territorial de la Federación Rusa. Ante tal peligro ya pusieron ley por medio para que la nación rusa no desaparezca.
Estas actitudes homofóbicas aparecieron en la Duma en el 2003, 2004, 2006 y 2009, y buscaban poner responsabilidad penal por la propaganda del medio de vida homosexual. Una de las principales aliadas de Putin, la senador Valentina I. Matvienko, y gobernadora de San Petersburgo, lanzó en el 2011 la idea de una ley federal que sin violar las leyes vigentes, impidiera la propaganda homosexual.
La nota explicativa del proyecto de ley establecía que "la propaganda de la homosexualidad" debe entenderse como "la proliferación incontrolada de información que pueda dañar la salud, el desarrollo moral y espiritual, incluyendo conceptos erróneos acerca de la equivalencia social de las relaciones sexuales tradicionales y no tradicionales." Pero no existe en la propia ley una definición exacta y precisa de lo que se pueda interpretar como "propaganda de la homosexualidad".
El Comité de la Duma Estatal de Familia, la Mujer y la Infancia amplió el proyecto de ley y propuso sanciones para la "justificación y aprobación de la homosexualidad" pública y "la formación de los menores distorsionada imagen de la equivalencia social del matrimonio tradicional y no tradicional”. Los críticos del proyecto afirman que no hay claridad a la hora de "separar la propaganda de la educación" y la actual redacción permite a los tribunales libremente interpretar lo que la "propaganda de la homosexualidad" entre los menores. Los legisladores que se oponen a la "propaganda de la homosexualidad" a menudo ven la homosexualidad como una enfermedad, defecto o perversión.
Las protestas en Rusia y en el extranjero han sido diversas. Algunos proponen un boicot a la venta de vodka, en especial a las marcas rusas Stolichnaya y Russian Standard. Y un boicot a los juegos olímpicos de invierno en el 2014. No a Sochi, Si al Orgullo Gay, es el lema de los proponentes. Frente a la embajada rusa en Washington DC se ha protestado, así como frente al consulado de Rusia en New York. En esa ciudad, la concejal Cristina Quinn, aspirante a la alcaldía de New York, pidió al presidente Obama que condenara la situación de la comunidad gay en Rusia y no permitiera preferencias con ese país. El atleta, medallista en varios campeones de patinaje sobre hielo, Johnny Weir-Voronov, casado con un abogado americano de origen ruso, a pesar de que condena la legislación imperante, dice que viajará a Sochi en febrero.
El presentador de televisión Jay Leno le dijo a Obama que las leyes de Rusia le recordaban a las de la Alemania nazi, y no quería que estas olimpiadas fueras como las del verano de 1936. Entonces es preferible seguir tomando vodka, aunque sea producido en Polonia o Finlandia y esperar a los juegos olímpicos de verano.