El abogado y activista independiente Juan Carlos González Leiva visitó este martes las instalaciones de la Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB) y participó en el programa Las Noticias como Son, de Radio Martí, además de sostener una amplia entrevista con Televisión Martí.
En el programa de radio, conducido por los periodistas Amado Gil y José Luis Ramos, el opositor cubano expuso la situación de los activistas por los derechos humanos en Cuba, el crecer de la sociedad civil y los reclamos que exponen. También compartió su experiencia como abogado con Gina Barroso, de TV Martí e hizo un recuento de su labor para enfocar las demandas de los ciudadanos ante las tribunales de la isla,
González Leiva ha sido durante años un luchador incansable por los derechos humanos dentro de Cuba.
Recientemente estuvo en Ginebra, participando en una de las sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Leyva dirige el Comité de Relatores de Derechos Humanos en la isla. El activista cubano, recientemente fue interrumpido tres veces por el representante del Gobierno de Cuba durante su intervención en la mencionada reunión, donde denunció la precaria situación de las libertades del hombre en Cuba.
El abogado invidente proviene de la ciudad de Ciego de Ávila, como parte de una familia humilde, pero ha residido en La Habana desde mediados del 2007. El activista ha fundado agencias de prensas y bibliotecas independientes por toda la isla para romper con la censura estatal.
Perdió su vista totalmente en el 1990 después de batallar con problemas de la vista desde su infancia, por lo que fundó la Fraternidad de Ciegos Independientes Cubanos
En el 2007 fundó el Consejo de Relatores de Derechos Humanos de Cuba. Juan Carlos es un cristiano devoto, miembro de la iglesia bautista. En marzo del 2002, luego de sufrir numerosas detenciones de corto plazo, fue atacado violentamente junto a doce otros activistas por sostener una manifestación pacífica frente a un hospital en Ciego de Ávila.
Finalmente el abogado invidente fue sometido a juicio en abril del 2004 y sentenciado a cuatro años de arresto domiciliario por los crímenes de desorden público, desacato, desobediencia, y resistencia.