El canciller mexicano, Luis Videgaray, viajará a Jamaica, Granada y Santa Lucía en marzo como parte de los esfuerzos por erosionar la influencia petrolera de Venezuela en el Caribe, reveló un funcionario mexicano a la agencia Reuters.
Al mismo tiempo, diplomáticos cubanos visitarán México para discutir el impacto regional de la crisis en Venezuela, agregó el funcionario. La embajada cubana en Ciudad de México dijo que el viaje no estaba confirmado pero que ambos países sostienen reuniones regulares.
Sin embargo, observa el cable no hay señales de que Cuba, un aliado firme de Caracas, esté listo para darle la espalda al presidente venezolano, Nicolás Maduro.
La planeada gira de Videgaray sigue a una visita a América Latina y el Caribe a principios de febrero del secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, quien anunció planes para estudiar cómo se podrían mitigar en esa región posibles sanciones petroleras contra Venezuela.
El viaje del canciller mexicano representa un nuevo paso en la presión liderada por Washington sobre Maduro, quien conserva la lealtad de algunas naciones del Caribe que se han beneficiado durante mucho tiempo de la abundancia de crudo de Caracas, y no han estado dispuestas a condenar a Venezuela en los esfuerzos diplomáticos regionales.
“Ese es el mensaje: Venezuela no es el único que los puede ayudar (...) ante una crisis venezolana tienen más aliados”, dijo el funcionario mexicano, quien no está autorizado para hablar públicamente sobre el viaje aún no anunciado.
La cancillería mexicana no respondió de inmediato a solicitudes de comentarios de Reuters y las de Jamaica, Granada y Santa Lucía no pudieron ser contactadas para hablar al respecto.
Videgaray ha encabezado los esfuerzos de México para tratar de mejorar la cooperación con Estados Unidos, su principal socio comercial en materia de seguridad, migración y política exterior, a fin de convencer a Washington de adoptar una postura menos rígida sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El presidente Donald Trump ha amenazado en varias ocasiones con sacar a su país del acuerdo si no obtiene mayores beneficios para los trabajadores estadounidenses en la renegociación en curso con Canadá y México.
En su camino a Jamaica,Tillerson dijo que Estados Unidos estaba cerca de decidir si impone sanciones al crudo venezolano, y añadió que Canadá, México y su país están estudiando cómo mitigar el impacto de esa decisión.
Sanciones a la industria petrolera de Venezuela representarían un escalamiento de la presión financiera sobre el país suramericano, que sufre una grave escasez de alimentos y medicamentos. Esas penalidades también podrían perjudicar a las refinerías estadounidenses que procesan crudo venezolano.
Hasta ahora las sanciones se han concentrado en miembros del Gobierno de Maduro y una prohibición de comprar deuda venezolana nueva.
Efecto Cancún
En una reunión en Cancún en junio, los ministros de Relaciones Exteriores de los 34 países de la Organización de Estados Americanos (OEA) no aportaron los votos suficientes para una resolución que reprendiera formalmente a Venezuela.
San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas y Dominica votaron en contra de la resolución, mientras que Granada, Haití, República Dominicana, Trinidad y Tobago y Antigua y Barbuda se abstuvieron. Jamaica y Santa Lucía respaldaron la propuesta.
Funcionarios de otras naciones caribeñas estarán presentes en la escala de Videgaray en Jamaica, dijo el funcionario mexicano a Reuters, y agregó que el viaje por el Caribe representa un intento por terminar, en la reunión de junio de la OEA, con el estancamiento .
“Es el resultado de Cancún”, apuntó la fuente. “Había un bloque en el Caribe que no estaba yendo en la misma dirección que la OEA”.
Reuters informó el año pasado que México estaba considerando la posibilidad de un reemplazo para el programa venezolano de Petrocaribe, que ha ofrecido préstamos baratos para adquirir petróleo a naciones del Caribe, y ha ayudado a Maduro a conservar el apoyo diplomático en la región.
Sin embargo, el funcionario mexicano señaló que aún no está claro cómo México podría suministrar energía barata a las naciones caribeñas, dada la difícil producción nacional de combustible del país y la alta dependencia mexicana de los ingresos petroleros.
La Secretaría de Energía sigue sin estar convencida del plan liderado por Videgaray, pero hay señales de que se está volviendo más flexible, aseguró la fuente.