El excandidato presidencial de la oposición declara al diario español El País que no piensa claudicar en su lucha porque en Venezuela se celebren nuevos comicios.
El líder de la oposición venezolana Henrique Capriles dijo que no piensa abandonar su cruzada hasta demostrar que en las elecciones del pasado 14 de abril hubo un fraude mayúsculo y que el candidato presidencial del chavismo, Nicolás Maduro, le robó el triunfo.
Según el diario español El País, al que Capriles concedió una entrevista en Caracas, “las elecciones se celebraron hace casi un mes, pero el gobernador del estado de Miranda todavía sigue metido en el personaje del aspirante a la presidencia de Venezuela”.
Capriles dijo al periódico: “Me han robado la victoria. Estos tipos se robaron las elecciones” y convencido de ello precisó que, sin entrar en profundidades, “si se anulan las actas de las mesas que hemos cuestionado mediante un contencioso electoral ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) —que representan el 55,4% del total escrutado— ganaríamos las elecciones con 400 mil votos de ventaja, 2% a nuestro favor”.
Esa es la razón por la que dice estar demandando una auditoría que revise los cuadernos de votación, para poder comprobar en cuántas de las mesas en las cuales hubo irregularidades de acuerdo con el criterio de la oposición los sufragios se corresponden con la verdad.
Tras apuntar que éste ha sido “el proceso electoral más violento en los últimos 15 años”, señaló que la decisión está ahora en manos del TSJ, donde todos los magistrados son del partido de gobierno.”O desechan de una vez nuestra acción legal o dilatan la respuesta. Es una situación difícil porque el reclamo seguirá vigente por más que lo quieran enfriar”, subrayó.
Al preguntársele si él y sus seguidores están preparados para una lucha larga, dijo que será larga “entre comillas” porque “todos los gobiernos que parten con una sombra de ilegitimidad están condenados”.
Sin embargo, aclaró que no será una lucha de hoy para mañana. “Hay que decirle a los millones de venezolanos que nos apoyaron que debemos agotar la instancia interna para luego ir al exterior con nuestro reclamo”, dijo.
Capriles declaró a El País que no sabe cuál será “el final de esta historia”, pero que él piensa que “habrá nuevas elecciones” bien sea por conducto de la acción del TSJ, de la presión de las instancias internacionales o porque Maduro “claudique”, y citó como ejemplo que en el caso de Perú Alberto Fujimori “renunció desde Japón”.
Además de la petición de justicia sobre el resultado de los comicios, aclaró: “tampoco debo perder de vista la razón por la cual aspiré a la presidencia de Venezuela: que se le dé respuesta a los problemas económicos que agobian a los venezolanos”.
El dirigente opositor dijo que el gobierno trata de provocar a la oposición para que tome el camino de la violencia, pero que a su juicio ya se “demostró, y el país lo debe tener claro, que nosotros somos demócratas, que nuestra vía es la electoral”.
También dijo que Hugo Chávez le hizo creer al pueblo venezolano que ellos tenían poder para tomar decisiones, y “todo el debate futuro—puntualizó—tiene que girar en torno a la pobreza y a lo social. Eso lo he reconocido desde siempre”.
Capriles dejó en claro que agradece cualquier llamado al diálogo para solucionar la crisis política en Venezuela, pero que “preferiría que la Iglesia mediara debido a las profundas convicciones católicas del pueblo venezolano”.
Para concluir destacó que su lucha es de principios. “Yo ahí me la juego completa—subrayó--. Prefiero retirarme de la política antes que ponerme de rodillas (…) A través de nosotros este continente no seguirá la ruta de cambiar la Constitución para reelegirse en el poder, seguida por Bolivia o Ecuador, el club de amigos de Venezuela. Yo tengo la posibilidad de ser un nuevo referente en el continente para que no se llene de gobiernos reeleccionistas”.
Según el diario español El País, al que Capriles concedió una entrevista en Caracas, “las elecciones se celebraron hace casi un mes, pero el gobernador del estado de Miranda todavía sigue metido en el personaje del aspirante a la presidencia de Venezuela”.
Capriles dijo al periódico: “Me han robado la victoria. Estos tipos se robaron las elecciones” y convencido de ello precisó que, sin entrar en profundidades, “si se anulan las actas de las mesas que hemos cuestionado mediante un contencioso electoral ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) —que representan el 55,4% del total escrutado— ganaríamos las elecciones con 400 mil votos de ventaja, 2% a nuestro favor”.
Esa es la razón por la que dice estar demandando una auditoría que revise los cuadernos de votación, para poder comprobar en cuántas de las mesas en las cuales hubo irregularidades de acuerdo con el criterio de la oposición los sufragios se corresponden con la verdad.
Tras apuntar que éste ha sido “el proceso electoral más violento en los últimos 15 años”, señaló que la decisión está ahora en manos del TSJ, donde todos los magistrados son del partido de gobierno.”O desechan de una vez nuestra acción legal o dilatan la respuesta. Es una situación difícil porque el reclamo seguirá vigente por más que lo quieran enfriar”, subrayó.
Al preguntársele si él y sus seguidores están preparados para una lucha larga, dijo que será larga “entre comillas” porque “todos los gobiernos que parten con una sombra de ilegitimidad están condenados”.
Sin embargo, aclaró que no será una lucha de hoy para mañana. “Hay que decirle a los millones de venezolanos que nos apoyaron que debemos agotar la instancia interna para luego ir al exterior con nuestro reclamo”, dijo.
Capriles declaró a El País que no sabe cuál será “el final de esta historia”, pero que él piensa que “habrá nuevas elecciones” bien sea por conducto de la acción del TSJ, de la presión de las instancias internacionales o porque Maduro “claudique”, y citó como ejemplo que en el caso de Perú Alberto Fujimori “renunció desde Japón”.
Además de la petición de justicia sobre el resultado de los comicios, aclaró: “tampoco debo perder de vista la razón por la cual aspiré a la presidencia de Venezuela: que se le dé respuesta a los problemas económicos que agobian a los venezolanos”.
El dirigente opositor dijo que el gobierno trata de provocar a la oposición para que tome el camino de la violencia, pero que a su juicio ya se “demostró, y el país lo debe tener claro, que nosotros somos demócratas, que nuestra vía es la electoral”.
También dijo que Hugo Chávez le hizo creer al pueblo venezolano que ellos tenían poder para tomar decisiones, y “todo el debate futuro—puntualizó—tiene que girar en torno a la pobreza y a lo social. Eso lo he reconocido desde siempre”.
Capriles dejó en claro que agradece cualquier llamado al diálogo para solucionar la crisis política en Venezuela, pero que “preferiría que la Iglesia mediara debido a las profundas convicciones católicas del pueblo venezolano”.
Para concluir destacó que su lucha es de principios. “Yo ahí me la juego completa—subrayó--. Prefiero retirarme de la política antes que ponerme de rodillas (…) A través de nosotros este continente no seguirá la ruta de cambiar la Constitución para reelegirse en el poder, seguida por Bolivia o Ecuador, el club de amigos de Venezuela. Yo tengo la posibilidad de ser un nuevo referente en el continente para que no se llene de gobiernos reeleccionistas”.