El estudiante universitario Alexandro Romanov asegura que entre 400 y 500 bombas lacrimógenas lanza en una hora de represión la Guardia Nacional contra las protestas.
La Guardia Nacional venezolana (GNB) lanza entre 400 y 500 bombas lacrimógenas por hora a las personas que participan en las manifestaciones entre Chacao y Altamira, manifestó el estudiante Alexandro Romanov, estudiante de la Universidad Santa María, en entrevista con el periódico El Universal.
Tras culminar las arremetidas contra los manifestantes, los estudiantes recogen la metralla lanzada contra las protestas, que van desde bombas lacrimógenas vencidas, perdigones de plástico y plomo hasta cartuchos utilizados para la cacería de animales llamados "3 en boca", y las exponen en el campamento de estudiantes en carpas, que se levanta desde hace 12 días frente a la sede de la Organización de Naciones Unidas, en los Palos Grandes, Caracas.
"Todo lo que ustedes ven en esta acera, es lo que los funcionarios le han lanzado a los estudiantes que estamos manifestando de forma pacífica por la democracia y la libertad del país. Entre 400 y 500 bombas lacrimógenas es lanzado en una hora de represión de la Guardia Nacional", dijo Romanov a El Universal.
Doris Albarrán, estudiante de Contaduría de la Universidad Central de Venezuela, dijo que permanecerán en el campamento hasta que se alcancen los objetivos que se ha planteado el Movimiento Estudiantil, "liberar a los presos políticos, a los estudiantes detenidos, el cese de la represión y la visita de representantes de las organizaciones internacionales de Derechos Humanos a Venezuela para que in situ conozca lo que sucede en el país".
Agregó que el lunes próximo solicitarán al Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU una reunión. Hace 12 días, los estudiantes consignaron un documento a los representantes del máximo organismo mundial, en el que explican las razones por las cuales mantienen la protesta frente al edificio en el este de Caracas.
Tras culminar las arremetidas contra los manifestantes, los estudiantes recogen la metralla lanzada contra las protestas, que van desde bombas lacrimógenas vencidas, perdigones de plástico y plomo hasta cartuchos utilizados para la cacería de animales llamados "3 en boca", y las exponen en el campamento de estudiantes en carpas, que se levanta desde hace 12 días frente a la sede de la Organización de Naciones Unidas, en los Palos Grandes, Caracas.
"Todo lo que ustedes ven en esta acera, es lo que los funcionarios le han lanzado a los estudiantes que estamos manifestando de forma pacífica por la democracia y la libertad del país. Entre 400 y 500 bombas lacrimógenas es lanzado en una hora de represión de la Guardia Nacional", dijo Romanov a El Universal.
Doris Albarrán, estudiante de Contaduría de la Universidad Central de Venezuela, dijo que permanecerán en el campamento hasta que se alcancen los objetivos que se ha planteado el Movimiento Estudiantil, "liberar a los presos políticos, a los estudiantes detenidos, el cese de la represión y la visita de representantes de las organizaciones internacionales de Derechos Humanos a Venezuela para que in situ conozca lo que sucede en el país".
Agregó que el lunes próximo solicitarán al Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU una reunión. Hace 12 días, los estudiantes consignaron un documento a los representantes del máximo organismo mundial, en el que explican las razones por las cuales mantienen la protesta frente al edificio en el este de Caracas.