“Nos enfrentamos a una situación nueva. No se trata de una normal sede vacante que se abre cuando se muere un Papa”, ha explicado el jesuita Federico Lombardi, jefe de Prensa del Vaticano.
Con el anuncio de su dimisión hecho al mediodía de hoy en el Vaticano, el Papa Benedicto XVI será el cuarto Pontífice en renunciar al ministerio papal en la historia de la Iglesia Católica.
El antecedente más cercano se remonta 700 años, cuando el Papa Gregorio XII renunció a su pontificado en 1415 para poner fín al llamado Cisma de Occidente que durante cuatro décadas dividió a la jerarquía católica entre Roma y Aviñón.
Los otros casos conocidos son los de Benedicto IX en 1032 y Celestino V, quien en 1294 se declaró carente de experiencia en el manejo de los asuntos de la Iglesia, cinco meses después de su elección.
La renuncia de Benedicto XVI, de 86 años, por razones de salud, será efectiva a las 20 horas del próximo 28 de febrero, hora de Roma.
"A partir de aquel momento, empieza lo que, según la doctrina jurídica y canónica de nuestro Estado, llamamos sede vacante [sede vacía]”, ha dicho el jesuita, Federico Lombardi, Jefe de Prensa del Vaticano, subrayando que el Papa , no va a tener ningún rol oficial tras la dimisión.
Tras su renuncia, Benedicto XVI se va a dedicar a una vida de oración, primero, en el Castel Gandolfo, una finca que la Santa Sede tiene en la provincia de Roma, cerca del mar, y luego en el antiguo convento de clausura en una colina del Vaticano.
El proceso formal de la renuncia se hará efectivo luego que el Papa escriba su«carta de renuncia oficial» al Colegio Cardenalicio, órgano electoral y supremo de la Iglesia Católica, en las próximas horas.
A partir de entonces el proceso seguirá el mismo curso que los Cónclaves anteriores; sólo que en esta oportunidad los 120 cardenales menores de 80 años, con derecho a elegir, no tendrán que esperar los nueve días de duelo oficial, porque el Papa que deja la sede vacante está vivo.
“Para Pascua tendremos un nuevo Santo Padre”, ha declarado Lombardi, aunque sin precisar las fechas y el calendario que se pondrá en marcha el día 1 de marzo.
“Nos enfrentamos a una situación nueva. No se trata de una normal sede vacante que se abre cuando se muere un Papa”, ha explicado Lombardi.
La principal interrogante que deja abierta por ahora la renuncia de Benedicto XVI es quién será su sucesor. Las puertas están abiertas para todo tipo de opciones teniendo en cuenta que el Colegio Cardenalicio se ha universalizado como nunca antes en los últimos años.
El Cónclave que se reunirá para elegir al nuevo Papa estará representando así por continents: Europa: 62, América Latina: 21 Norteamérica: 14, África: 11, Asia: 11 y Oceanía: 1.
En América Latina donde viven el 42 por ciento de los católicos del mundo, tiene 21 cardenales electores, mientras que Italia con el 5 por ciento de los católicos del mundo, cuenta con 28 cardenales.
Entre casi una docena de “papables” que la prensa internacional ha comenzado a citar figuran en los primeros planos:
Angelo Scola (Italia, 71 años). Arzobispo de Milán. Uno de los cardenales más destacados en el entendimiento entre musulmanes y cristianos.
Odilo Pedro Scherer (Brasil, 63 años). Arzobispo de São Paulo, la mayor diócesis en el país con más católicos del mundo. De perfil conservador en su país, pero moderado para los estándares del Vaticano.
Marc Ouellet (Canadá, 68 años). Prefecto de la Congregación de Obispos. Uno de los principales líderes dentro de El Vaticano. Bien conectado dentro de la Curia.
El antecedente más cercano se remonta 700 años, cuando el Papa Gregorio XII renunció a su pontificado en 1415 para poner fín al llamado Cisma de Occidente que durante cuatro décadas dividió a la jerarquía católica entre Roma y Aviñón.
Los otros casos conocidos son los de Benedicto IX en 1032 y Celestino V, quien en 1294 se declaró carente de experiencia en el manejo de los asuntos de la Iglesia, cinco meses después de su elección.
La renuncia de Benedicto XVI, de 86 años, por razones de salud, será efectiva a las 20 horas del próximo 28 de febrero, hora de Roma.
"A partir de aquel momento, empieza lo que, según la doctrina jurídica y canónica de nuestro Estado, llamamos sede vacante [sede vacía]”, ha dicho el jesuita, Federico Lombardi, Jefe de Prensa del Vaticano, subrayando que el Papa , no va a tener ningún rol oficial tras la dimisión.
Tras su renuncia, Benedicto XVI se va a dedicar a una vida de oración, primero, en el Castel Gandolfo, una finca que la Santa Sede tiene en la provincia de Roma, cerca del mar, y luego en el antiguo convento de clausura en una colina del Vaticano.
El proceso formal de la renuncia se hará efectivo luego que el Papa escriba su«carta de renuncia oficial» al Colegio Cardenalicio, órgano electoral y supremo de la Iglesia Católica, en las próximas horas.
A partir de entonces el proceso seguirá el mismo curso que los Cónclaves anteriores; sólo que en esta oportunidad los 120 cardenales menores de 80 años, con derecho a elegir, no tendrán que esperar los nueve días de duelo oficial, porque el Papa que deja la sede vacante está vivo.
“Para Pascua tendremos un nuevo Santo Padre”, ha declarado Lombardi, aunque sin precisar las fechas y el calendario que se pondrá en marcha el día 1 de marzo.
“Nos enfrentamos a una situación nueva. No se trata de una normal sede vacante que se abre cuando se muere un Papa”, ha explicado Lombardi.
La principal interrogante que deja abierta por ahora la renuncia de Benedicto XVI es quién será su sucesor. Las puertas están abiertas para todo tipo de opciones teniendo en cuenta que el Colegio Cardenalicio se ha universalizado como nunca antes en los últimos años.
El Cónclave que se reunirá para elegir al nuevo Papa estará representando así por continents: Europa: 62, América Latina: 21 Norteamérica: 14, África: 11, Asia: 11 y Oceanía: 1.
En América Latina donde viven el 42 por ciento de los católicos del mundo, tiene 21 cardenales electores, mientras que Italia con el 5 por ciento de los católicos del mundo, cuenta con 28 cardenales.
Entre casi una docena de “papables” que la prensa internacional ha comenzado a citar figuran en los primeros planos:
Angelo Scola (Italia, 71 años). Arzobispo de Milán. Uno de los cardenales más destacados en el entendimiento entre musulmanes y cristianos.
Odilo Pedro Scherer (Brasil, 63 años). Arzobispo de São Paulo, la mayor diócesis en el país con más católicos del mundo. De perfil conservador en su país, pero moderado para los estándares del Vaticano.
Marc Ouellet (Canadá, 68 años). Prefecto de la Congregación de Obispos. Uno de los principales líderes dentro de El Vaticano. Bien conectado dentro de la Curia.