Los diplomáticos de los países de la Unión Europea (UE) en Cuba actuarán en apego a las prácticas de la Convención de Viena en relación a los posibles acontecimientos de la Marcha Cívica por el Cambio prevista para el próximo 15 de noviembre, aseguró a Radio Martí una fuente oficial europea.
Según la fuente, sus representantes siguen “una práctica diplomática normal, prevista en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, que los diplomáticos sigan los acontecimientos en el país donde están destinados”.
Los diarios españoles El Mundo y ABC revelaron que los embajadores y otros funcionarios de servicio en Cuba fueron instruidos de informar de los acontecimientos al Alto Representante para Asuntos Exteriores, Josep Borrell. Fuentes europeas dijeron a estos periódicos que el Alto Representante se había comprometido a seguir de cerca la marcha.
Sin embargo, este viernes la Unión Europea negó que Borrell haya dado “instrucciones específicas” a sus embajadores en Cuba sobre las protestas previstas.
El jefe de la diplomacia europea “no ha pedido nada” a sus embajadores en La Habana, “más allá de lo que es una práctica estándar, según la convención de Viena”, dijo a Radio Televisión Martí un portavoz oficial en Bruselas.
Los medios españoles publicaron esta semana que Borrell habría dado orientaciones de “arropar” a los manifestantes en Cuba, lo que se interpretaba como un “espaldarazo” a las protestas.
"Un grupo de diplomáticos de países europeos que se encuentran en la capital cubana también están decididos a participar como observadores en las protestas cívicas, tal y como hicieron durante la marcha LGBTI de 2019, que también fue duramente reprimida", asegura el periódico El Mundo.
"Borrell apoyaría su decisión de seguir todo aquello que pueda afectar a la sociedad civil, según explican dichas fuentes, vinculándola con el cumplimiento del Convenio sobre Relaciones Diplomáticas firmado en Viena el día 18 de abril de 1961. Según señala dicho texto, entre las funciones de una misión diplomática se encuentra «la de enterarse por todos los medios lícitos de las condiciones y de la evolución de los acontecimientos en el Estado receptor e informar sobre ello al Gobierno del Estado acreditante»", explica ABC.
El diario cita los artículos 26 y 29 de este convenio donde se disponen garantías "a todos los miembros de la misión la libertad de circulación y de tránsito por su territorio" por lo que Cuba no podrá impedir a los diplomáticos de la UE que salgan a la calle y se establece que la persona del Agente diplomático es inviolable y no puede ser objeto de ninguna forma de detención o arresto.
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Esta semana la Oficina de Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos en la Organización de Naciones Unidas, dijo a Radio Televisión Martí que vigilará de manera remota la situación de los derechos humanos en Cuba.
A una pregunta sobre la solicitud del grupo Archipiélago de contar con la presencia de observadores de derechos humanos en la próxima marcha cívica del 15 de noviembre, Marta Hurtado, portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, dijo en correo electrónico que su oficina actualmente no tiene el mandato de participar en el monitoreo in situ en Cuba.
Numerosos grupos de la sociedad civil cubana han solicitado observadores internacionales para que se garanticen los derechos de los cubanos que decidan manifestarse pacíficamente en la Marcha Cívica por el Cambio en Cuba, luego que los promotores y ciudadanos que han expresado apoyo a esta iniciativa han sido amenazados, interrogados, despedidos, detenidos, y agredidos física y verbalmente por su compromiso.
Lee también Cuba acusa a EEUU y amenaza con demandar a Facebook por estar detrás de organización de marcha cívicaPoco después de conocerse esta declaración, el canciller cubano Bruno Rodríguez citó a todo el cuerpo diplomático acreditado en Cuba a una conferencia donde instó a la comunidad internacional, por medio de sus diplomáticos, a defender a Cuba de los ataques de Estados Unidos, porque considera que la movilización popular ha sido orquestada desde Washington.
"Algunos de los diplomáticos sufren la presión para que se sumen a estos actos, pero sé que no lo harán porque son respetuosos a la Convención de Viena y saben perfectamente lo que pasa o no en Cuba", apeló Rodríguez.