El inmueble donde habita Félix Mendigutía Huelga con otros cuatro miembros de su familia está en peligro de derrumbe desde hace 13 años.
Inicialmente tenía 14 apartamentos pero, a lo largo de más de una década, la Dirección de la Vivienda de Habana del Este les fue asignando a todos los residentes del lugar una morada, pero nuestro entrevistado se puso de mala suerte: se le atravesó en el camino el delegado del Poder Popular.
“La capacidad de nosotros se la dio el gobierno, sabrá Dios a quién, al constructor porque tenía derecho, o a una gente del Partido que vino de Ciego de Ávila que aún están viviendo ahí, o a una doctora que estaba en no sé dónde. Y se acabó la capacidad, me dijeron: no te preocupes que vamos a seguir construyendo. Hasta la fecha. Yo tengo pruebas de gentes que ya tienen tres casas, como el mismo delegado del Poder Popular de Guanabo”, explicó a Radio Televisión Martí.
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El pequeño espacio en el que conviven 5 personas es lo que queda del otrora edificio que ocupaba media manzana en la calle 484 #5301 entre 5ta D y 7ma en el pueblo costero de Guanabo. En 2007 se radicó el expediente que declaró a sus habitantes como albergados debido al estado crítico constructivo.
“Hay grietas y fallas por donde quiera. Las matas miden fácil 15 metros de altura. La techumbre está ya en la cabilla podrida, los pedazos se caen frecuentemente. Las paredes tienen huecos tapados con pedazos de cartón, el piso tiene hundimiento y rajaduras, es perceptible que está cediendo, las columnas de apoyo están reventadas. La parte exterior de la edificación se derrumbó completa”, dijo Mendigutía.
Entre trabas burocráticas, negligencias de funcionarios y quizás corrupción se han ido los últimos 13 años de este hombre sin que hasta ahora haya tenido una respuesta positiva a su situación: “Sé que esto es un clan cerrado: He ido al Partido municipal, al provincial, a diferentes niveles de la Asamblea, al Consejo de Estado. He entregado fotos y detalles de todo".
En las diferentes instancias le comunicaron que no tienen potestad para otorgar locales, que eso es prerrogativa de las autoridades de Vivienda.
“Hace cinco días se desplomó otro pedazo de techo después de un aguacero. Fui al Consejo de Guanabo, la respuesta de la presidenta Yanisleidis, fue que a mí se me ofreció un lugar y no lo quise, lo que no es verdad. No hay un solo documento que pruebe lo que afirma”, apuntó.
“El delegado electo, al que le estoy pidiendo, desde hace 5 años, una nota que testifique las veces que yo he pedido un local que estaba desocupado y que él mismo se apropió, me dice que no puede darme ningún papel”, denunció Mendigutía y añadió: “Creo que, al principio, cuando yo fui a reclamar el sitio que me tocaba, ya lo habían concedido y entonces no sabían cómo salir del paso”.
La desesperación de miles de personas, cansadas de la corrupción y las mentiras, las impulsa a instalarse en locales estatales o desocupados de los que, generalmente, son desalojados en poco tiempo.
“Siempre he tratado de ir por las vías legales, pero no entiendo como el Presidente está hablando de que no se tolere la insensibilidad, que tengan cuidado con las personas, la pérdida de vidas y a la vez los funcionarios hacen todo lo contrario, ponen en peligro la vida humana, de menores, dándole al Delegado casas que no le corresponden. Yo no puedo hablar de corrupción porque no tengo pruebas. Pero no sé el nombre que puedo darle entonces”, concluyó.