LA HABANA (AP) - Algunos techos volaron como hojas de papel. Los postes de concreto quedaron doblados, las líneas eléctricas enroscadas en el piso. Y familias enteras lo perdieron todo al paso de un tornado y fuertes lluvias que dejaron cuatro muertos y al menos 195 heridos en La Habana el domingo en la noche y el lunes en la madrugada.
En un recorrido que hizo The Associated Press por la capital de Cuba pudo percatarse de la devastación causada por el meteoro, el cual fue descrito con pánico por los vecinos de varias barriadas que, tras una noche de vientos, amanecieron con calles bloqueadas por escombros, casas derrumbadas, láminas de techo retorcidas, tanques de los edificios desplazados varios metros y autos incrustados en viviendas.
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Julio Menéndez, quien trabaja en un restaurante en el municipio 10 de Octubre de La Habana, relató que estaba en su casa en la noche cuando oyó un estremecimiento indescriptible.
“De momento se sintió un ruido como si fuera un avión cayéndose. Lo único que hice fue abrazar a las niñas”, dijo Menéndez, quien tiene 33 años y dos hijas de 9 y 12 años. “Esto parece una película de terror”.
Lee también Habaneros tras azote de tornado: "Aquí parece que pasó la guerra"Los expertos indicaron que el eje del tornado se desplazó 11 kilómetros sobre la zona más poblada de la capital alrededor de las 8.30 de la noche. Duró unos 16 minutos.
A varios kilómetros de allí, en el municipio de Guanabacoa, María Esther Linares vio cómo se desplomó parte del techo de su casa y, temiendo por su vida y la de sus dos nietas pequeñas, salió a buscar ayuda cuando una ráfaga de viento la arrastró por los aires provocándole la muerte, relató su nieto Yoelkis Dip.
Linares residía en un albergue de pequeños apartamentos junto a unas 300 personas, entre ellas la enfermera Teresa Galarza, de 53 años, quien se salvó a sí misma y a su hijo metiéndose debajo de un colchón mientras una lluvia de ladrillos les caía encima.
Desesperada, Dianabys Bueno, una trabajadora independiente de 31 años, no sabe qué le depara el futuro. El tornado dañó parte de su casa y quedó herida de una pierna y un brazo.
"Vivía en un edificio de Centro Habana y pasó lo mismo”, indicó Bueno, quien reside en el albergue _que las autoridades habilitan para las personas sin hogar_ desde hace 11 años cuando perdió su casa en un edificio que se desplomó por mal estado.
"Ahora no voy a irme a ningún lado", agregó Bueno al borde del llanto, rechazando la oferta de las autoridades de ser trasladada temporalmente a una escuela u otro local. “Quiero una solución definitiva”.
Unos metros más allá, otra madre sola con tres hijas llamada Yanelis Roche, de 31 años, metió a las niñas debajo de una cama en medio de lo que describió como el rugido de una turbina. Cuando asomó la cabeza, todo su techo se había ido y no quedaba un solo electrodoméstico intacto.
Pese a estar acostumbrados a lidiar con ciclones destructivos en la temporada estival y tener una vasta cultura que les permite prepararse para enfrentarlos, los cubanos no salían de su asombro el lunes ante la tormenta y su tornado, un evento sorpresivo y difícil de pronosticar.
Consultado por la AP, Miguel Ángel Hernández, experto en ciencias geográficas y jefe de turno del Instituto de Meteorología de Cuba, explicó que el fenómeno “es inusual en nuestra latitud”.
Según indicó no hay precedentes de un tornado que ocurriera sobre la ciudad de La Habana.
José Rubiera, el meteorólogo cubano más conocido, indicó que, con base en la devastación desatada, es posible determinar que el tornado alcanzó la categoría EF4 en la escala de Fujita-Person _que clasifica el poder de estos fenómenos atmosféricos_, con vientos de entre 267 y 320 kilómetros por hora.
“Es un fenómeno de muy rara frecuencia”, explicó Rubiera. “Es mucho más que un ciclón... que no es posible predecir”.
Los reportes indican que un tornado devastador similar ocurrió en 1940 en el pequeño pueblo de Bejucal, en las proximidades de La Habana.
El chofer Oster Rodríguez relató que una nube densa y arremolinada descendió sobre la plaza central del barrio Reparto Modelo en el Municipio de Regla "como una bola de fuego".
No hay un cálculo oficial de los daños materiales.
En el Hospital Hijas de Galicia, todos los pacientes _mujeres embarazadas o con recién nacidos_ fueron evacuados a otro centro médico. La institución de siete pisos se quedó sin cristales porque el viento los succionó, dejando sólo las cortinas ondeando.
Igualmente se trasladó a 200 maestros de un centro educativo.
Funcionarios estimaron que un millón de personas se quedaron sin energía eléctrica en la noche del domingo y el lunes. La mitad de ellas permanecía sin el servicio. Hay 250.000 habitantes sin agua.
Se reportaron también de manera preliminar 1.238 viviendas afectadas, de las cuales 124 sufrieron un derrumbe total, y siete accidentes de tránsito. Entre otros, se dañaron cuatro policlínicos, un hogar de ancianos y 46 escuelas.
Los barrios más afectados continuaban sin energía eléctrica y sin agua con sus calles bloqueadas, al tiempo que brigadas de trabajadores comenzaban a poner orden en la ciudad.
[Reporte de AP y Video de Reuters]