Una compleja situación económica en casa y una ley estadounidense de 1966 siguen estimulando a cientos de cubanos a lanzarse al mar en busca del sueño americano, 20 años después de la "crisis de los balseros", según analistas.
Este año un centenar de balseros cubanos ha arribado a costas de Estados Unidos, 33 a Honduras, 23 a Guatemala y 16 a México. Otros 118 capturados en el mar por la Guardia Costera estadounidense fueron repatriados bajo la política de "pies secos/pies mojados", que Washington aplica desde la crisis de los balseros, durante la cual se marcharon unos 37.000 cubanos.
La balsa "es una opción de aquéllos que no reciben visas de Estados Unidos y sin embargo son recibidos si llegan ilegalmente gracias a la interpretación de pie seco/pie mojado que ha hecho el gobierno norteamericano de la Ley de Ajuste Cubano", dijo a la AFP el académico y exdiplomático Jesús Arboleya.
Esta ley de 1966 concede residencia inmediata y facilidades laborales a todos los cubanos que llegan a Estados Unidos, sea legal o ilegalmente, premio que no recibe ningún inmigrante de otro país.
El académico Antonio Aja dijo a la AFP que "situaciones económicas y sociales presentes" en la isla estimulan la emigración, pero también otras causas como el anhelo de "reunificación familiar, la búsqueda de espacios laborales y económicos diferentes".
Estos objetivos "se buscan en particular en el lugar más cercano geográficamente, que es Estados Unidos", señaló Aja, director del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana.
El éxodo no ha parado desde la crisis de 1994, pero ahora la enorme mayoría de emigrantes cubanos -unos 40.000 al año- se marcha en avión, de manera legal.
No todos los emigrantes ilegales se van en balsas
Washington concede cada año 20.000 visas de inmigración a cubanos, fruto de un acuerdo suscrito por ambos países el 9 de septiembre de 1994 para poner fin a la crisis de los balseros.
Además, el gobierno de Barack Obama aumentó el último año el número de visas de turismo a cubanos, lo que duplicó el número de viajes de ida y vuelta.
No todos los emigrantes ilegales se van en balsas. Con la ayuda de parientes o amigos en el exterior, algunos cubanos son sacados ilegalmente desde la isla en lanchas rápidas operadas por traficantes de personas. Se sospecha que así escaparon algunos beisbolistas destacados, que ahora juegan en clubes de las Grandes Ligas en Estados Unidos.
"El destino de emigración ilegal cubana es Estados Unidos y es allí donde están articulados por mecanismos para sacar a las persona de Cuba e introducirlas en ese país", dijo Arboleya.
Otros cubanos viajan legalmente hacia algún país latinoamericano, con la finalidad de dirigirse luego hacia Estados Unidos.
"El objetivo no es asentarse en el lugar de tránsito; el objetivo es llegar a Estados Unidos", donde la Ley de Ajuste Cubano les depara un destino final seguro, señaló Aja.
Continúan deserciones de deportistas
Así como la reforma migratoria de 2013 no acabó con los balseros, tampoco ha terminado con las deserciones de deportistas y artistas cubanos en giras al exterior.
El diario Granma confirmó la semana pasada que el basquetbolista Alexei Mestre, armador de la selección de Cuba, desertó durante una gira previa a un torneo en México, mientras en junio se fugaron en Puerto Rico dos tenistas del equipo cubano de Copa Davis y ocho bailarines del Ballet Nacional de Cuba.
"Aquí influye un problema de cultura, mucha gente aún no entiende que tiene otras opciones, pero la clave del asunto es que Estados Unidos y otros países los reciben indiscriminadamente, cosa que no ocurre con los del resto de los países", señaló Arboleya.
Aunque los desertores suelen invocar causas políticas, existen motivaciones "hasta de mercado", dijo Aja, pues no es lo mismo ser un desconocido integrante del Ballet Nacional a "tener un nombre porque te quedaste afuera".