El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, asistirá a la Cumbre del Grupo de los 77 más China (G77+China) que se celebrará en La Habana entre el 15 y 16 de septiembre próximo.
Tras la confirmación de la asistencia de Guterres al evento que hiciera la semana pasada el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, representantes de la sociedad civil independiente consideraron que, en su visita a La Habana, el alto funcionario de la ONU no debe soslayar las violaciones de derechos humanos que comete el régimen de Miguel Díaz-Canel contra su pueblo.
“Obviamente, no es una visita oficial al régimen cubano, sino que es para asistir a este cónclave que reúne a 134 países”, dijo a Martí Noticias el líder del Movimiento Cubano Reflexión Librado Linares, desde Camajuaní, Villa Clara.
“El G77, y Cuba al frente del mismo, van a ser un instrumento para arrimar brasas a las pretensiones chinas de ser un ‘hegemón’ a nivel mundial y, en ese contexto, António Guterres va a visitar La Habana, le va a transferir legitimidad a ese cónclave”, afirmó.
La semana pasada, en el marco de las pre-sesiones del EPU (Examen Periódico Universal), un grupo de miembros de la sociedad civil independiente cubana y de organizaciones internacionales se reunieron en Ginebra, Suiza, para denunciar las violaciones del gobierno de Díaz-Canel.
“Generalmente, el régimen cubano se ha caracterizado por prestar servicios, en términos de arrimar los países en desarrollo a potencias enemigas de Estados Unidos y ahora se lo está haciendo a China. Creo que António Guterres, como Secretario General de Naciones Unidas, debe tocar el tema de las violaciones flagrantes de los derechos humanos, de los más de 1000 presos políticos cubanos. Sería muy saludable que se acordara de los postergados, de las víctimas de las violaciones de los derechos humanos en Cuba y creo que su visita sería mucho más equilibrada”, opinó Linares.
Díaz-Canel recibirá a los jefes de Estados del G77+China, entre los que, se espera, estarán las cabezas de regímenes autoritarios aliados de La Habana.
“Todos dan la espalda a los más de 1000 presos políticos que hay en el país. Muchos de ellos con situaciones difíciles dentro de las prisiones. También mujeres casadas, madres de hijos que se encuentran desamparados a merced de cualquier familiar y ninguno está considerando esta situación. Vienen a hacerle los honores a la dictadura castrista de Cuba”, resaltó la opositora habanera Martha Beatriz Roque Cabello, ex prisionera política.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció el pasado diciembre que Cuba es el país con más presos políticos, con 1.034 personas tras las rejas al cierre de noviembre de 2022.
La asunción de Cuba en enero de este año de la presidencia Pro Tempore del G77+China generó enérgicas críticas que destacaron las sistemáticas violaciones a las libertades básicas en el país y el incremento de la represión tras las históricas protestas del 11 de julio de 2021.
“La visita de António Guterres a propósito de la reunión del G77+China a Cuba me parece interesante e importante, siempre que tenga en cuenta lo que Guterres ha aprendido en los últimos tiempos, sobre todo a partir de la guerra de Ucrania, que no se trata solo de los estados, sino también de la sociedad y, sobre todo, de la sociedad civil en los estados, aquellos países donde la sociedad civil es fuerte son los países que más respetan el orden internacional que representa Antonio Guterres”, dijo a Martí Noticias el analista y activista político Manuel Cuesta Morúa, residente en la capital cubana.
“Esta sería una oportunidad para él, ya lo hizo en el pasado, no era por supuesto Secretario General de las Naciones Unidas, pero sí era primer ministro de Portugal, cuando vino a Cuba y tuvo la deferencia de reunirse con algunos activistas”, subrayó.
Durante la IX Cumbre Iberoamericana que se realizó en La Habana en 1999, el entonces primer ministro portugués Antonio Guterres, en calidad de presidente de la Internacional Socialista, se entrevistó en La Habana con los disidentes Oswaldo Payá, Gustavo Arcos y Elizardo Sánchez.
“Hoy tiene más responsabilidades globales, está al frente de las Naciones Unidas, pero la experiencia del tiempo, la evolución de las últimas dinámicas globales internacionales y la profundización de los problemas y de los retos en el mundo han venido a demostrar de que sin sociedad civil no hay orden internacional, no hay estados vigorosos y poderosos. Entonces, en ese sentido, creo que, si no él, alguien de su delegación debería hacer dos cosas: una, reunirse con representantes de la sociedad civil, sobre todo con familiares de los presos políticos, y dos, aprovechar la oportunidad para enviar un vigoroso mensaje de la importancia que tiene la democracia y el respeto a los derechos humanos”, precisó Cuesta Morúa.
En noviembre de 1996, Guterres se negó a participar en una reunión entre Fidel Castro y el presidente portugués Jorge Sampaio, concretada en el marco de la VI Cumbre Iberoamericana que se desarrolló en Chile, enviando en su lugar a un viceministro. Antes, Guterres había expresado que no tenía "ningún interés especial" en entrevistarse con Castro y, por el contrario, desearía poder reunirse algún día "con el dirigente de una Cuba democrática".
En mayo de 2001, Guterres recibió a Castro en el Palacio de San Bento, en una escala del dictador cubano en Lisboa para conversar con las autoridades portuguesas antes de regresar a La Habana de su gira por Oriente África del Este y del Norte.
El Secretario General de la ONU viajó a La Habana en mayo de 2018, donde inauguró el 37 Período de Sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) tras reunirse con el entonces recién estrenado nuevo gobernante cubano Miguel Díaz-Canel.
Luego de su intervención en la apertura de la cumbre de la CEPAL, Guterres se entrevistó con el exgobernante Raúl Castro, con quien abordó cuestiones como "la necesidad de preservar la paz y la seguridad mundial", según una escueta nota oficial.