Oficiales de la Seguridad del Estado "conversaron" con el promotor de una Ley de Culto en Cuba, el reverendo Manuel Morejón, cuyo proyecto presentado a la Asamblea Nacional incluye mayores derechos y libertades para la práctica religiosa en la isla de gobierno comunista.
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Temas como la reinstalación de la educación religiosa prohibida por décadas, el derecho a la propiedad y construcción de iglesias y luz verde para expresar la devoción religiosa fuera de los templos, son algunas de las demandas recogidas en la propuesta de ley.
"Lo que querían saber es hasta dónde yo había hecho y que ellos están estudiando para poderlo hacer, eso fue lo que me dijeron", explicó Morejón, de la Alianza Cristiana de Cuba, con sede en La Habana.
Religiosos cubanos vieron tras la revolución de 1959 cómo el gobierno eliminó la educación católica privada y confiscó muchas propiedades de la Iglesia. Algunas fueron restituidas pero aún es ilegal construir nuevos templos sin el permiso del gobierno.
Los avances que reconoce la Iglesia Católica, -por ejemplo-, llegaron a partir de 1992, cuando el Gobierno cambió la Constitución para convertir a Cuba de un Estado ateo a uno laico.
Morejón dijo que su proyecto para una Ley de Cultos y Asociaciones Religiosas no ha recibido respuesta desde que lo presentó a la Asamblea Nacional en el 2016.
Sin embargo, explicó que obispos y otros pastores oficialistas han mostrado interés en su propuesta.
"Ahora fue la Seguridad del Estado la que me llamó para eso", dijo sin ofrecer otros detalles.
Una ley de culto Vs. los intereses del Gobierno
Las autoridades cubanas defienden en foros internacionales que en el país existe libertad religiosa y separación Iglesia-Estado, pero practicantes sostienen que no es cierto y que el gobierno continúa controlando templos e iglesias.
"(Una ley de culto) no compagina con la política que el Estado está llevando con relación a la religión", aseguró José Alberto Miranda, administrador del Consejo de Iglesias de Cuba, una institución que ha hecho gestiones con las autoridades para promover una ley.
Incluso el actual despliegue de oficiales de la Seguridad del Estado para indagar sobre la propuesta actual no es bien vista entre sus promotores.
"Están destinando dinero para una fuerza de inteligencia (...) me parece un gasto superfluo. En primer lugar yo no soy legislador, yo no le voy a proponer al Estado una ley. Yo pretendo que la Asamblea Nacional cree una comisión donde no estén únicamente los religiosos simpatizantes del proceso socialista sino que estén todos los que de alguna manera tenemos una creencia religiosa", dijo el sacerdote Félix Ramos, obispo de la Iglesia Católica Antigua de Villa Clara.
Ramos dijo, -no obstante-, que una ley que garantice mayores libertades es una necesidad urgente para el país.
"Nos daría la emancipación que nos equipararía civilmente. Quitaríamos de arriba todas las ilegalidades que estamos cometiendo en las iglesias. Yo no puedo contruir un templo en Cuba porque yo no tengo fuerza legal, que es algo que alcanzarían las iglesias (con una ley de culto)", dijo.
"Las iglesias históricas tendrían el derecho a recuperar las posesiones que han perdido", concluyó.
(Con información de Yolanda Huerga)