“Se les fue la mano a los lecheros”: agua y con guajacones

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Venta de leche racionada en Cuba.

Esta no es la primera vez que se encuentran guajacones en este alimento, pero sí que la cantidad es tal que resulta imposible venderla.

Al lechero no lo mataron por echarle agua a la leche, sino por echársela con guajacones, o al menos esa parece ser la versión del refrán que vecinos del poblado del Mariel, en Artemisa, están dispuestos a aceptar.

La venta normada de leche de este martes 26 de agosto quedó suspendida en el batey del central Augusto César Sandino, por estar contaminada con guajacones, pequeños peces de agua dulce, de color verde olivo, que lo mismo pueden encontrarse en un río que en un charco.

Una vecina del batey del central Augusto César Sandino, citada por la publicación digital Cubanet, aseguró que el contenedor de la leche estaba repleto de estos pececillos.

Esta no es la primera vez que se encuentran guajacones en este alimento, pero sí que la cantidad es tal que resulta imposible venderla. Los dependientes del establecimiento acostumbran a extraerlos con coladores, confiando en que una vez hervida la leche quede libre de impurezas.

“Cuando traen unos pocos (guajacones), los sacamos con un colador antes de venderla y nadie se entera. De todas formas hay que hervirla, pero esta vez se les fue la mano a los lecheros,” comentó uno de los bodegueros a la citada fuente.

Moisés Leonardo Rodríguez, quien escribió la nota para Cubanet, agregó en el programa "Cuba al día", de Radio Martí que los trabajadores de la cooperativa Antero Regalado, encargada de la extracción de la leche, no están implicados en la adulteración.

"Son los otros suministradores" quienes adulteran la leche con agua de río para robar el forzado excedente, reveló el periodista.

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El periodista independiente Moisés Leonardo Rodríguez en Cuba al día

Los guajacones en la leche no son exclusivos de Artemisa. Una vecina del Camino de La Habana, en la ciudad de Sancti Spíritus, Lourdes Hernández Barreto, denunció en ocasiones anteriores una situación similar en su ciudad.

“El colmo es que la toman de un río y sin cuidado alguno. Por ese motivo, los usuarios encontraron guajacones en la leche. ¡Qué asquerosidad!,” dijo en aquella oportunidad a la web Misceláneas de Cuba.