El preso político Walfrido Rodríguez Piloto tuvo que ser trasladado a la Sala de Penados del Hospital Nacional en el municipio habanero Boyeros, porque su vida está en riesgo debido a la huelga de hambre que mantiene desde el 9 de julio exigiendo su libertad.
“Yo estoy aquí en el hospital donde trajeron, el miércoles, a mi hermano muy mal y se niega a la asistencia médica. Me dejaron verlo cinco minutos. Estoy tratando que deje la huelga que no va a resolver nada muriéndose. Está muy flaquito, ya casi no puede hablar, está muy débil”, explicó a Radio Televisión Martí su hermana, Marly Sonia Rodríguez Piloto.
“Los doctores me dijeron que, si se niega, ellos no pueden hacer nada, que yo tengo que dar el consentimiento. Y yo se lo dí porque tengo mucho miedo de que mi hermano se me muera”.
La alimentación forzada por vía intravenosa a quienes se mantienen en huelga de hambre es legal en la Isla, con la aprobación de familiares de los huelguistas.
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El opositor condenado a 10 años de prisión por su participación en las protestas del 11 de julio en el barrio habanero El Palenque de La Lisa, considera que su sanción es desmesurada e injusta.
La huelga de hambre se convierte en una lucha política retando los límites que puede soportar el cuerpo humano frente a la impasibilidad de las autoridades a las cuales se le está pidiendo atención con la protesta.
En referencia a la huelga de hambre, el gobierno cubano ha asegurado, en la prensa oficial, que no cede ante las "presiones y chantajes". Así afirmó durante la huelga de hambre en 2010 del opositor Guillermo Fariñas, que demandaba la excarcelación de 53 presos políticos del Grupo de los 75 encarcelados durante la Primavera Negra.
La huelga de hambre es una herramienta de protesta de los presos políticos cubanos que, generalmente, son asistidos médicamente cuando su condición lo requiere. Pero desde 1959 hasta la fecha, fallecieron al menos 25 reos a causa de huelgas de hambre, según una investigación de la organización Archivo Cuba, que, sin embargo, estima que la cifra podría ser mayor.
Los casos más conocidos de presos políticos cubanos muertos en huelga de hambre son los de Pedro Luis Boitel (en 1972), Orlando Zapata Tamayo (en 2010) y Wilmar Villar Mendoza (en 2012).
El Tribunal Municipal de Playa encontró culpable a Rodríguez Piloto de los delitos de Instigación a delinquir, Desórdenes públicos, Desacato, Atentado y Portación y tenencia ilegal de armas y explosivos.
Además del activista, fueron juzgados en el mismo proceso judicial Frodelián Hernández Bautista, condenado a 9 años de privación de libertad; Richard Echavarría López, sentenciado a 11 años; Adonis Garvizo Otero, a 9; y José Eduardo Jardines Rodríguez, a 7 años de prisión.