Se acabó el agua potable en Consolación del Sur

  • Agencias

La ciudad de Consolación del Sur, Pinar del Río

"Hace un mes y medio que en mi casa no entra agua y llevo una semana exacta viniendo a buscar uno, dos, tres viajes de agua", declaró a AFP Juan Manuel Cárdenas.

Desde hace seis semanas el agua potable no llega a través de las tuberías a buena parte de las casas de Consolación del Sur, un fértil municipio agrícola de la provincia de Pinar del Río, la más verde y más occidental de Cuba, como consecuencia de la peor sequía en el último medio siglo.

"Nosotros vivimos aquí (...) y no llega el agua", dijo resignado Jorge López a AFP, mientras descargaba su carrito con la ayuda de su esposa.

Cada tarde, cuando regresa a casa desde el trabajo, López carga varios cubos y botellones en un pequeño carro de mano y camina con él en busca de agua para su familia.

La Defensa Civil llamó el lunes a los cubanos a adoptar medidas de emergencia para ahorrar agua ante la severa sequía, que afecta el suministro de agua en los hogares, la agricultura y la industria en toda la isla, debido a la falta de lluvias.

"Es evidente la ausencia de lluvias. El nivel de los embalses se encuentra muy por debajo de su capacidad de llenado", advirtió la Defensa Civil.

Como el agua dejó de llegar, en Consolación del Sur hay que salir a buscarla.

La sequía que afecta a esta provincia del occidente cubano es considerada la más intensa de los últimos 50 años, han asegurado los expertos. La pasada semana el subdelegado técnico del Instituto de Recursos Hidráulicos, Rubén Ricardo, informó al diario provincial Guerrillero que los 24 embalses del territorio almacenan solo el 30.84% de agua.

Los efectos más severos se observan en los municipios de Consolación del Sur y Los Palacios. En ellos radican las principales áreas arroceras de la empresa agroindustrial de granos Los Palacios, la tercera de importancia en el país.

"Hace un mes y medio que en mi casa no entra agua y llevo una semana exacta viniendo a buscar uno, dos, tres viajes de agua", declaró a AFP Juan Manuel Cárdenas, mientras llenaba cubos en un grifo público. "El pueblo entero tiene el mismo problema", agregó.

Cada día decenas de camiones cisterna y tractores con un tanque acoplado, hacen fila para cargar agua en la planta del servicio de Acueductos y Alcantarillado en este municipio de 89.000 habitantes.

"Tengo 52 años, pero creo que hace unos cuantos años, lo dijeron (los medios) en estos días, que no hacía una sequía como esta", dijo a AFP el conductor Dioberto Alexandrini mientras cargaba 4.000 litros en su camión.