El Tribunal municipal de Las Tunas condenó a un año de prisión domiciliaria al pastor cristiano Juan Carlos Núñez Velázquez por "desobediencia", al no acatar las órdenes del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) de apagar los equipos para amplificar el sonido durante los cultos religiosos que llegan a congregar a más de 600 personas.
El pastor de 45 años dijo al programa Cuba Al Día, que conduce el periodista Tomás Cardoso en Radio Martí, que el juicio fue celebrado el pasado 22 de octubre en la ciudad en que vive, y que solo dos días antes le hicieron la notificación.
“El mismo día del juicio contraté el abogado. Las pruebas fueron contundentes, pero no fueron aceptadas y se me sentenció a un año”, explicó Núñez, cirujano de profesión quien rápidamente apeló la sentencia el pasado 25 de octubre.
Núñez es miembro del Movimiento Apostólico, una red de iglesias cristianas protestantes que han sufrido persecución y acoso en la isla, según han denunciado en decenas de ocasiones las víctimas.
Este verano se creó en Las Tunas el grupo provincial de enfrentamiento a la contaminación sonora para el "diagnóstico de las fuentes de ruido" y hacer inspecciones a ciudadanos y entidades estatales.
Los funcionarios del CITMA se le acercaron previamente a Núñez Velázquez para decirle que los cultos que efectúa están por encima de los decibeles permitidos y él tuvo que bajar el audio al extremo de que los feligreses siquiera pueden escuchar las prédicas religiosas.
Your browser doesn’t support HTML5
Cuestionado sobre la notificación del CITMA, Núñez aclaró que el equipo con el que amplifican las voces y la música es pequeño, de apenas 150 watts, y que el punto principal es que los especialistas no tienen seguridad de que él está violando lo establecido.
La legislación cubana en materia de ruidos, inscrita en la Ley 81/1997 del Medio Ambiente, establece que la norma cubana (obligatoria) 26:2007.
“Ellos no tienen equipos para medir los decibeles”, afirmó Juan Carlos Núñez.
Los predios de la institución donde fue juzgado estaban rodeados por fuerzas militares, asegura el pastor, quien considera que probablemente habían pensado que los miembros de la iglesia participarían en el juicio.
“Temían que hubiera una manifestación por parte nuestra”, dijo el cristiano.
La vocero de la organización Solidaridad Cristiana Mundial (CSW, siglas en inglés), Kiri Kankhwende, expresó su preocupación a Martí Noticias por el hecho.
“Nos hallamos profundamente preocupados porque estimamos no se debieron haber formulado cargos en su contra. Fue informado en septiembre de las quejas de los vecinos y las autoridades medioambientales ya fallaron en su contra”, señaló la funcionaria.
Your browser doesn’t support HTML5
La organización británica pidió la libertad del pastor protestante y publicó una nota detallando su caso.
Núñez Velázquez explicó que las autoridades lo catalogan de ser “una iglesia y un pastor opositor”, valoración que considera errónea pues solamente se dedican a “predicar el Evangelio”.
El 8 de enero pasado fuerzas combinadas de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), Unidad Municipal Inversionista de la Vivienda (UMIV) y el Poder Popular procedieron a derribar el techo de la parte trasera del templo donde predica Núñez. Desde entonces, celebran los cultos bajo un toldo.
La falta de una Ley de Culto pone a las iglesias y organizaciones religiosas en el país a merced de las decisiones estatales, tal como expresó Núñez.
“En Cuba la Constitución da libertad de culto, pero todavía está pendiente una Ley de Culto. No hay leyes para que la iglesia tenga un estatus jurídico, eso nos pone a merced de ser controlados”, acotó.
Con la reprimenda y sanción los practicantes han pasado a recibir los mensajes cristianos casi en susurros. “Estamos dando nuestro servicio con audio, pero bien bajito. Prácticamente no nos escuchamos”.
Dos de los casos más notables en este sentido fueron el derribo de los templos en que oficiaban el pastor Bernardo de Quesada Salomón, en Camagüey (2015) y el de Alain Toledano en Santiago de Cuba en el año en curso. Ambos fueron tildados también de atentar contra la seguridad del estado cubano.
“Nosotros no queremos molestar para nada con nuestro audio”, concluyó.