Decisivo el juego de esta noche, de ganar los Gigantes, serían los nuevos campeones mundiales.
San Francisco venció por tercera ocasión a Tigres de Detroit, dos carreras por cero, y así los Gigantes podrían ganar este domingo, como visitantes en la capital del automóvil, la Serie Mundial 108 de las Grandes Ligas del béisbol norteamericano.
Un triple de Gregor Blanco en el segundo inning remolcó a Hunter Pence, que se había embasado por boleto, y el propio Blanco --un bateador más tarde—anotó por sencillo de Brandon Crawford; eso fue todo lo que necesitó el equipo de la bahía para poner de rodillas al abridor local, Aníbal Sánchez.
Pence y Pablo Sandoval pegaron dos hits per cápita en la fría noche del Comerica Park, un clima que pareció aterir sobre todo a los anfitriones, blanqueados por el ganador Ryan Vogelsong y los relevistas Tim Lincecum y Sergio Romo. Antes, en los juegos 1 y 2, Detroit fue dominado por abridores zurdos.
Los felinos, que fueron blanqueados solo dos veces en la temporada regular, llevan ahora 18 entradas sin pisar la goma, desde aquel jonrón de Johnny Peralta en el noveno inning del primer pleito. El triunfador Vogelsong se vio presionado dos veces en el primer tercio del juego de este sábado, con corredores en primera y segunda bases --un out en el pizarrón--, pero sendos doble plays, salidos de los bates de Prince Fielder y Quintin Berry, helaron las esperanzas de 42 262 fanáticos en el graderío.
Nunca un equipo se ha recuperado de una desventaja de tres derrotas sucesivas en las Series Mundiales, y la famélica ofensiva de Detroit, tal vez perjudicada por los seis días de inactividad previos al duelo con San Francisco, hace presumir que esa tónica no va a cambiar.
Los Gigantes podrían ganar hoy la séptima Serie Mundial de la franquicia, su segunda desde que se mudaron a San Francisco.
Un triple de Gregor Blanco en el segundo inning remolcó a Hunter Pence, que se había embasado por boleto, y el propio Blanco --un bateador más tarde—anotó por sencillo de Brandon Crawford; eso fue todo lo que necesitó el equipo de la bahía para poner de rodillas al abridor local, Aníbal Sánchez.
Pence y Pablo Sandoval pegaron dos hits per cápita en la fría noche del Comerica Park, un clima que pareció aterir sobre todo a los anfitriones, blanqueados por el ganador Ryan Vogelsong y los relevistas Tim Lincecum y Sergio Romo. Antes, en los juegos 1 y 2, Detroit fue dominado por abridores zurdos.
Los felinos, que fueron blanqueados solo dos veces en la temporada regular, llevan ahora 18 entradas sin pisar la goma, desde aquel jonrón de Johnny Peralta en el noveno inning del primer pleito. El triunfador Vogelsong se vio presionado dos veces en el primer tercio del juego de este sábado, con corredores en primera y segunda bases --un out en el pizarrón--, pero sendos doble plays, salidos de los bates de Prince Fielder y Quintin Berry, helaron las esperanzas de 42 262 fanáticos en el graderío.
Nunca un equipo se ha recuperado de una desventaja de tres derrotas sucesivas en las Series Mundiales, y la famélica ofensiva de Detroit, tal vez perjudicada por los seis días de inactividad previos al duelo con San Francisco, hace presumir que esa tónica no va a cambiar.
Los Gigantes podrían ganar hoy la séptima Serie Mundial de la franquicia, su segunda desde que se mudaron a San Francisco.