"Más huevos contra mi casa parroquial en Vertientes, de nuevo en mi ausencia. Esta vez muchos más que la vez pasada, (calculan unos diez) aunque ahora sin la nota de “Gusano Asqueroso” que me dejaron en aquella ocasión", denunció este sábado en sus redes sociales el sacerdote católico Rolando Montes de Oca.
En enero de 2021, el clérigo fue uno de los sacerdote cubanos que redactó la carta abierta “He visto la aflicción de mi pueblo”, misiva que critica la corrupción y la desigualdad imperantes en Cuba y aboga por cambios políticos. Desde entonces ha sido hostigado y amenazado por su postura en numerosas ocasiones.
"Lo tengo que repetir: ni me atemoriza, ni me pone odio dentro, tampoco me desanima. No sé quien lo hizo, no me importa. No sé si serían los mismos que se han pasado estos meses denigrándome, inventando calumnias sobre mí en el pueblo o presionando a mis amigos y colaboradores para que me dejen solo. No sé si son los que aseguran, porque lo desean, que más temprano que tarde escaparé de Cuba. No sé si son esos u otros, no me importa. Quien lanza huevos, calumnias u odio en cualquier modo será como todos bienvenido a la Iglesia, que es la casa de TODOS, especialmente de los pecadores. Por mi parte, tengo mucho que ofrecer de parte de Dios", escribió en sus redes sociales tras la más reciente agresión.
El cura afirmó en su texto que "no es odio, ni mentira, ni violencia lo que Cuba necesita".
"Cuba necesita gente que se concentre en remediar sus males, que son demasiados, y que lo haga dialogando, debatiendo, escuchando con respeto al que piensa diferente, buscando soluciones justas, usando la fuerza de la razón, del amor, de la verdad. Para construir esta Cuba de todos, con todos y para todos, pueden contar conmigo. Sigo a Cristo, que en la cruz perdonó a sus crucificadores, y me vuelve a inspirar Martí: “y para el cruel que me arranca el corazón conque vivo, cardos ni ortigas cultivo, cultivo una rosa blanca”, concluyó el religioso.
El pasado 19 de septiembre el cura denunció que su casa parroquial, en Camagüey, había sido agredida, cuando asaltantes no identificados lanzaron dos huevos contra una de las paredes de la casa de Dios y dejaron un mensaje escrito con las palabras “Gusano Asqueroso”, lo que el líder religioso calificó entonces como una agresión de fuerte violencia simbólica.
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