Un capitán de la flota pesquera de Chongjin, en Corea del Norte, fue ejecutado en presencia de otros 100 capitanes y empleados de la empresa tras haber sido delatado por un miembro “resentido” de su tripulación por “escuchar en secreto transmisiones de Radio Free Asia (RFA) y otros medio de comunicación prohibidos mientras se encontraba en el mar”, según informa la publicación digital de RFA.
El capitán Choi, de 40 años de edad y del cual solo se conoce el apellido, se encontraba pescando en función de las órdenes recibidas de Kim Jong Un, jefe del gobierno coreano, quien exigió a los pescadores acelerar el tiempo y las cantidades de capturas para aumentar la recaudación de efectivo y aliviar la escasez de suministros motivada por las sanciones internacionales.
“Choi era dueño de una flota de más de 50 barcos. Durante una investigación del departamento de seguridad provincial, el capitán Choi confesó haber escuchado las transmisiones de RFA desde los 24 años, cuando se encontraba en el ejército como operador de radio”, según dijo al Servicio Coreano de RFA un funcionario de la policía de Hamgyong.
De acuerdo con RFA, en junio un enfermero fue enviado por esta causa a los campos de prisioneros políticos y, en noviembre de 2018, un miembro de la Guardia Suprema de élite fue sancionado, junto a todo su grupo, por las mismas causas.
Es muy común que, a pesar de las prohibiciones y la férrea vigilancia que mantiene el régimen de Kim Jong Un sobre la población, los norcoreanos escuchen las transmisiones de RFA y que incluso las prefieran a cualquier otro medio de comunicación nacional.
“Podemos obtener una variedad de CD y tarjetas de memoria”, confesó a RFA una fuente que pidió permanecer anónima, “pero de lo que más quieren saber los norcoreanos son noticias del exterior. Los residentes pueden obtener muchas transmisiones externas, pero prefieren RFA porque se puede escuchar claramente en el idioma coreano”.
El pasado 4 de diciembre, la Agencia Central de Noticias de Corea, órgano oficial del Estado, dio a conocer la “Ley de Rechazo de la Ideología Reaccionaria y la Cultura”, lo que significa que está dispuestos a aumentar la vigilancia sobre el consumo de medios foráneos.
Todo parece indicar que el fusilamiento del capitán Choi, noticia que casi de inmediato se filtró a la población, haya sido una llamada de atención a los ciudadanos para evitar, a través del miedo, que continúen queriendo informarse de manera altenativa.
(Con información de Radio Free Asia)