El rey Felipe VI comunicó hoy al presidente del Congreso español, Patxi López, su decisión de no iniciar "por el momento" nuevas consultas con los representantes políticos para que los partidos "puedan llevar a cabo las actuaciones que consideren convenientes" para un nuevo intento de investidura, informa la agencia Efe.
Así consta en un comunicado difundido por la Casa del Rey al término de la entrevista que mantuvo López con Felipe VI para tratar el nuevo período que se ha abierto tras la investidura fallida del líder socialista, Pedro Sánchez.
El candidato socialista fue rechazado la semana pasada dos veces por el Congreso y se creó así una situación inédita, ya que hasta ahora nunca un aspirante al Gobierno había sido rechazado en dos ocasiones por los diputados.
El Jefe del Estado pidió hoy al presidente del Congreso que "traslade" su decisión de no convocar por ahora a las fuerzas políticas con representación parlamentaria, que son las que pueden ser convocadas por el Monarca antes de proponer un candidato.
Ahora se podría entrar en una nueva etapa de negociaciones con el horizonte del 2 de mayo como fecha límite para que sea investido un nuevo presidente del Gobierno.
Si ese día no hay un Jefe de Gobierno elegido, entonces, se convocarán nuevas elecciones.
Antes de la investidura fallida de Pedro Sánchez, el Rey celebró dos rondas de consultas; en la primera el presidente del Gobierno en funciones y líder del Partido Popular (centroderecha), Mariano Rajoy, rechazó la propuesta real de presentarse al debate de investidura.
Tras la segunda ronda, el candidato propuesto por Felipe VI fue el líder socialista, Pedro Sánchez, que no logró reunir el apoyo suficiente para ser elegido en el debate de la semana pasada.
Si el plazo de dos meses que otorga la Constitución para presentar candidato a la investidura llega a su término sin que ninguna fuerza haya sumado los votos suficientes, el Monarca debería contactar con los partidos para constatar que no hay posibilidades de formación de Gobierno.
Cumplida la totalidad del plazo, el 2 de mayo, Felipe VI procedería a disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones, con el refrendo del presidente de la Cámara, que se celebrarían el 26 de junio.