Los planificadores militares de Estados Unidos calcularon en 1962 que necesitarían 261.000 soldados y entre 10 y 15 días para invadir Cuba, expulsar al dictador Fidel Castro, y tomar el control del país, según un memorando del 8 de agosto de ese año dirigido al gobierno de John F. Kennedy y hecho público en su totalidad el pasado jueves.
El memo es parte de cerca de 2.900 documentos revelados por los Archivos Nacionales de EEUU en el último lote de documentos recopilados para la investigación del asesinato de Kennedy el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Texas. Sin conexión directa con el magnicidio, este y otros se incluyeron en la pesquisa considerando el deseo de Kennedy de sacar a Castro del poder, su apoyo a los exiliados cubanos para que le ayudaran, y la afinidad del asesino Lee Harvey Oswald con el castrismo.
"Para tomar el control de áreas estratégicas clave en Cuba en un plazo de 10-15 días con bajas mínimas para ambos bandos, participarían en la operación alrededor de 261,000 militares estadounidenses", sugiere el memorando dirigido al "Grupo Especial" que desarrollaba planes para eliminar a Castro.
El diario USA Today recuerda que fragmentos de muchos de los documentos liberados el jueves habían sido revelados anteriormente, pero solo ahora pueden leerse completos. El memo sobre la planificación de la invasión a Cuba tenía censurados en la versión anterior el número específico de tropas, la duración de la invasión, el tipo de armas y unidades militares que se utilizarían y la ubicación de las fuerzas.
Después del fracaso de la invasión de la Brigada 2506 por Bahía de Cochinos, Kennedy eligió a su hermano Robert, entonces Fiscal General, para dirigir operaciones destinadas a desestabilizar o derrocar al régimen de Castro. La más prominente, la llamada Operación Mongoose, se detalla en muchos de los documentos incluidos en la última develación.
Un documento informativo de marzo de 1962 dirigido a Robert Kennedy advertía sobre posibles bases soviéticas en la isla. "Pueden tomar la decisión de establecer bases militares en Cuba a su gusto y antojo, y si lo deciden, probablemente no podremos sacarlos sin iniciar la Tercera Guerra Mundial" urgía la minuta.
En agosto, la administración ya tenía un plan de invasión más detallado. El arriba mencionado con fecha 8 de agosto de 1962 contemplaba el despliegue de 71.000 soldados y 35.000 Infantes de Marina sobre el terreno en Cuba, y otros 29.000 militares en funciones de apoyo.
Las principales unidades implicadas incluían dos divisiones aerotransportadas del Ejército; una brigada de infantería; un comando combativo de blindados; una fuerza naval de ataque anfibia: 17 escuadrones tácticos de combate de la Fuerza Aérea; y 53 escuadrones para el transporte de tropas y suministros.
Estos planes son anteriores al descubrimiento en la isla, el 15 de noviembre, de sitios de lanzamiento para misiles nucleares soviéticos de alcance intermedio y medio. El contingente militar enviado por Moscú constaba de más de 40.000 efectivos.
El 17 de noviembre de 1962, semanas después de que finalizara la Crisis de los Misiles, un plan de la Fuerza Aérea precisó la cantidad de aviones de ataque disponibles para operaciones sobre Cuba. El general Curtis LeMay, jefe del Estado Mayor de ese cuerpo armado, había abogado por un ataque aéreo contra las bases de misiles. El proyecto revelado después de la crisis mostró que había 1.456 aviones y 355 misiles, entre ellos 80 Polaris (estratégicos) emplazados en submarinos nucleares, disponibles para atacar a Cuba.
(Redacción Rolando Cartaya, con información de USA Today)