A continuación, un editorial del gobierno de Estados Unidos:
Estados Unidos ha tomado medidas para imponer restricciones de visa a otras 93 personas que se cree que han socavado la democracia en Nicaragua desde la elección ilegítima de Daniel Ortega en noviembre de 2021.
El secretario de Estado, Antony Blinken, anunció las restricciones en una declaración escrita y señaló que las decenas de personas adicionales que ahora no son elegibles para ingresar a los Estados Unidos incluyen jueces, fiscales, miembros de la Asamblea Nacional y funcionarios del Ministerio del Interior.
El presidente nicaragüense Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, han reducido drásticamente el espacio para la disidencia política, así como para para la sociedad civil en formas que recuerdan a tiranos fallidos anteriores.
Actualmente, el régimen tiene 180 presos políticos. "Un preso político ha muerto y otros permanecen en régimen de aislamiento", dijo el secretario Blinken. "Los presos políticos detenidos bajo arresto domiciliario también sufren abusos y no pueden elegir sus propios proveedores de atención médica ni recibir visitas".
El régimen no solo está atacando a la oposición política, sino a las organizaciones no gubernamentales. El secretario Blinken señaló que "los miembros de la Asamblea Nacional y los funcionarios del Ministerio del Interior permitieron que el régimen de Ortega-Murillo reforzara su control autoritario sobre los ciudadanos e instituciones nicaragüenses mediante el uso de leyes represivas para despojar a más de 400 ONG y una docena de universidades de su estatus legal".
Entre ellos se encuentran la filial nicaragüense de Operación Sonrisa, la organización que brinda cirugías gratuitas a niños con paladar hendido; la Academia Nicaragüense de Letras; y varias organizaciones de derechos de las mujeres.
El informe publicado recientemente por el Departamento de Estado sobre el estado de la libertad religiosa en Nicaragua también señaló lo que un observador llamó la "guerra abierta" del régimen contra la iglesia católica, con "acoso generalizado y sistemático de líderes religiosos y fieles".
Durante el año pasado, Estados Unidos impuso numerosas sanciones y restricciones de visa a funcionarios nicaragüenses y sus familiares por los abusos de derechos del gobierno.
Al anunciar las últimas restricciones de visa, el secretario Blinken dijo: "Los sistemas judiciales y de seguridad corruptos del régimen arrestaron y enjuiciaron a líderes cívicos y defensores de los derechos humanos por decir la verdad, practicar un periodismo valiente, defender a sus comunidades a través del trabajo de las ONG y abogar públicamente por alternativas a la política represiva del régimen, actividades que deberían estar permitidas bajo la propia constitución de Nicaragua o cualquier sistema político democrático".
Estados Unidos, dijo Blinken, pide nuevamente la libertad de los detenidos y la restauración de la democracia y estado de Derecho en Nicaragua.
Fue un editorial que refleja el punto de vista del gobierno de Estados Unidos